Reflexiones de movilidad y el POT

Por Guillermo E. U… |

Por Guillermo E. Ulloa Tenorio

Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.


El documento presentado para discusión del Concejo Municipal contempla un ajuste fundamental sobre movilidad. Sin embargo, considero que su revisión y ajuste, aunque presenta un panorama que propende dar solución a la actual coyuntura municipal, requiere mayor profundidad y visión a largo plazo.

 

La movilidad de la ciudad ha sufrido una transformación indescriptible en los últimos diez años. La introducción del SITM es considerada un cambio estructural en la cultura de movimiento de pasajeros, pero requiere soluciones inmediatas.

Es esencial regularizar las frecuencias del sistema y terminar la construcción de las dos terminales de cabecera, los dos patios y las tres estaciones intermedias antes del 2015. Debe concluirse la chatarrización y controlar la informalidad para que la flota de operadores sea eficiente y rentable en mover la actual demanda. Las etapas faltantes deben concluirse exitosamente y su reestructuración financiera inaplazable.

Complementariamente se requiere diseñar un plan vial y de movilidad fundamentado en el incremento inusitado del parque automotor, en especial vehículos particulares y motocicletas. En el plan deben introducirse vías exclusivas para bicicletas, como alimentadoras del SITM. Es indispensable dotar de infraestructura de parqueaderos para vehículos, motocicletas y bicicletas cercanos a las terminales cabeceras para incentivar el uso del SITM.

Se requiere mejorar la velocidad promedio de las vías rápidas, con el fin de incrementar la velocidad promedio de recorridos del transporte convencional en la ciudad. Para agilizar la movilidad del flujo vehicular y complemento a la seguridad vial, la ciudad debe acometer un programa integral de semaforización y señalización inteligente. Incrementar dispositivos de foto detección, inutilizar el sistema arcaico de reductores de velocidad y continuidad en recuperar la malla vial existente.

En un mediano plazo se debe diseñar el proyecto complementario al sistema actual de buses (BRT), ampliando el sistema de cable aéreo a toda la zona de ladera, prever sistemas complementarios como tren ligero o metro y tren de cercanías, vinculando el corredor férreo para articular la conectividad regional.

La re densificación del centro tradicional ampliado, que mejoraría los índices de densidad poblacional, obliga al diseño de vías peatonales, ciclo rutas y mejoramiento del espacio público dotando zonas verdes recreativas para disfrute de la comunidad. Se debe contemplar la restricción de vehículos y motocicletas particulares al centro ampliado.

El plan vial debe percibir corredores viales rápidos urbanos para soportar el incremental parque vehicular. Es indispensable circunvalar la ciudad, mediante la construcción de autopistas, que conecten los municipios colindantes del sur, Jamundi, Puerto Tejada, Santander de Quilichao, entre otros, interconectándose a la existente malla vial del Valle.

Con visión al 2050, la ciudad-región, en plena etapa de conurbación, debe integrar todos los sistemas de transporte; tren de cercanías, BRT, Metro ligero, cable aéreo, autopistas urbanas y suburbanas. Las ciclorutas, ecológicamente amigables, deben ser prioritarias en la metropolitización de la región. Los municipios colindantes deben formar parte de un POT regional que contemple la integración y practicidad con el puerto marítimo, nuevos centros urbanos y comerciales, ciudades dormitorios consolidados, zonas aeroportuarias y parques industriales equidistantes a la población, evitando, en lo posible, largos trayectos y recorridos de viajes.

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