El segundo tiempo de Santos

Por Guillermo E. U… |

Por Guillermo E. Ulloa Tenorio

Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.


Para la segunda vuelta presidencial, el Valle del Cauca y las fuerzas políticas que acompañaban al candidato fueron fundamentales en el triunfo. Desafortunadamente en la posesión no se vislumbró un sólido compromiso con la región. 

Las expectativas del Valle del Cauca de tener participación relevante en el gabinete ministerial son efímeras. El reemplazo en los Ministerios de Agricultura, Educación y Cultura por destacados dirigentes foráneos al departamento así lo confirman.

No mencionar, ni agradecer a su Vicepresidente del primer periodo, Angelino Garzón, refleja el distanciamiento personal y ratifica el aislamiento de la provincia colombiana en la cúspide presidencial. Cuatro años desaprovechados por Garzón en beneficio de la región y la ciudad, tiempo empleado en opinar folclóricamente de lo humano y divino.

La importancia en infraestructura, uno de los pilares presidenciales, no incluyó la imperante necesidad de concluir exitosamente y en el menor tiempo posible la autopista al puerto de Buenaventura. Tampoco tocó en su discurso inaugural la solución que requiere la ciudad en movilidad mediante el fortalecimiento estructural del Sistema Integrado de Transporte.

El proceso de paz bandera del mandatario se centró en las conversaciones que buscan el acuerdo. No se refirió a la etapa del postconflicto, sus efectos e impactos negativos en la convivencia ciudadana, inseguridad urbana y el presupuesto que clama la nación para afrontar el desplazamiento de los grupos armados al integrarse a los centros urbanos.

Reducir el desempleo sin una política clara y precisa en cómo integrar el trabajo informal a la economía pareciera un discurso de candidato y no de mandatario.

No se refirió a nuevas fronteras de la agroindustria, la horticultura, ni los cambios estructurales de la tenencia de la tierra para buscar su eficiencia. Tan solo mencionó a la Colombia rural del campesino apartado de las zonas de consumo, sin infraestructura de acueductos, alcantarillado, servicios de educación, salud y vías terciarias en pésimo estado.

En general el discurso de posesión brillo por la superficialidad de temas. Se refirió al que, más no al cómo ni al cuándo.

Ojala la descoordinación de los generales de la república en el paso de marchar no sea premonitoria de un segundo periodo apático hacia las necesidades de la nación. Esperemos, por lo contrario, que la presidencia marche al paso triunfante con el congreso, las regiones y la ciudadanía.

Vale la pena mencionar el orgullo vallecaucano de las diseñadoras del traje y accesorios de la primera dama en la posesión presidencial. Felicitaciones a Johanna Ortiz e Isabel Bueno M.

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@geulloa            

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