Odisea Pensional

Por Guillermo E. U… |

Por Guillermo E. Ulloa T.           

Como en el clásico literario de Homero, el trabajador colombiano debe librar mil batallas ante su administrador de pensiones, antes de disfrutar una merecida y equitativa pensión.

La primera de ellas es establecer cada una de las semanas cotizadas en su largo trayecto laboral para que coincidan con lo registrado en la administradora. Con excepción de aquellos que han cotizado con una sola empresa, muchas veces las inconsistencias son de imposible certificación en razón a la liquidación de las entidades donde trabajo e imposibilidad de comprobar dichos aportes. En ocasiones la administradora pensional reconoce, extrayendo información de algún archivo oculto que ella posee, favoreciendo la reclamación del pensionado.

La segunda batalla campal comienza teniendo que disponer de imperecedero tiempo para ser atendido en la recepción de documentos. Logrando que la solicitud sea admitida, debe someterse a tiempos, que pareciera no tiene fin, para su respuesta. Después de meses o quizás algunos años la administradora entrega la liquidación, de la cual ninguna es igual y así empieza otra interminable batalla.

Es imposible determinar porque cada liquidación es diferente. A cada pensionado llega una liquidación a su medida. Debe acudir a profesionales del derecho, especializados en pensiones, para iniciar sendas acciones judiciales en procura rectifique y reconozca la expectativa pensional de largos años de trabajo.

Quizás y después de otros tantos meses o años, la administradora o el estamento judicial respectivo falla favorablemente al pensionado, no sin antes hacer un recorrido por las herramientas jurídicas de derechos de petición, tutelas y juzgados que absuelven dudas y diferencias.

La batalla final, aunque parezca de birlibirloque, modificar la deducción del 12% de la mesada pensional contemplada en la Ley 1250 de 2008, con destinación al fortalecimiento de la estructura de salud. Absurdo pensar que nuestros representantes en el Congreso, hayan motivado semejante esperpento, sin mediar intereses a favor de las EPS, hoy casi en su totalidad pertenecientes al sector privado.

Injustificado que los pensionados, los más débiles de la pirámide laboral, tengan que realizar estos aportes que podrían tildarse de enriquecimiento ilícito a favor de un tercero.

Solo basta recordar la irresponsabilidad del manejo de recursos en el escándalo financiero de SALUDCOOP, comprando lotes, fincas, clínicas y una institución en México, con el aporte de los pensionados colombianos.

En campaña presidencial, el entonces candidato-presidente, apoyó el proyecto de modificación de la antes mencionada ley, en el sentido de disminuir los aportes a los pensionados. En su propias palabras “y yo voy a apoyar ese proyecto de ley. Eso en plata blanca quiere decir que se aumenta el ingreso, porque se reduce la contribución y se aumenta el ingreso. ” Los pensionados esperan el Presidente Santos haga honor a su palabra y compromiso electoral.

Después de su elección y posesión, el proyecto modificatorio 183/2014, está en el congelador. Ha encontrado en el Ministro de Hacienda Cárdenas y el economista Sergio Clavijo sus más grandes opositores. Pareciera siguen favoreciendo intereses que apuntan hacia el sector privado en menoscabo de las exiguas mesadas pensionales de millones de colombianos, convencidos ser los Dorian Gray criollos, que jamás envejecerán.

Respetuoso y enérgico llamado a nuestros representantes para dar continuidad al proyecto modificatorio.

Los pensionados son ciudadanos colombianos que merecen un trato preferencial, no demencial demagógico.

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@geulloa           

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