Futuro incierto de telecomunicaciones de EMCALI

Por Guillermo E. U… |

Por Guillermo E. Ulloa Tenorio

Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.


Desde hace más de veinte años se ha debatido sobre el componente de telecomunicaciones de EMCALI. En la alcaldía de Mauricio Guzmán Cuevas se había realizado la transformación separando los diferentes componentes que servía para medir con mayor precisión la competitividad individual de las diferentes áreas. Desafortunadamente en las administraciones que siguieron, y por absurdas  presiones sindicales, se devolvió al esquema anterior, manteniendo un arcaico modelo empresarial que permitió encubrir las deficiencias y debilidades de sus diferentes componentes.

La incursión privada en el sector de telecomunicaciones opacó las empresas de carácter público pero las mejor preparadas para enfrentar el reto fructificaron su posición dominante de telefonía fija. La transformación de EPM y ETB incursionando en la amplísima gama de telecomunicaciones, en especial banda ancha mantuvieron su competitividad.

El pasado mes de agosto, UNE, EPM Telecomunicaciones S.A. y Millicom Spain Cable S.L., efectuaron el cierre de la transacción integrando sus intereses en los negocios fijo y móvil en Colombia. Con esta alianza los colombianos tendrán acceso a una alternativa integrada que ofrecerá una variedad de soluciones digitales, incluyendo telefonía fija y móvil, Internet banda ancha y móvil y televisión por suscripción. La nueva entidad atenderá un universo nacional estimado en más de 11 millones de usuarios, convirtiéndose en el tercer operador nacional de telecomunicaciones.

Concluida la negociación el Municipio de Medellín recibirá un dividendo único equivalente a $ 1.4 billones, incorporando este valor al presupuesto municipal para destinar prioritariamente a inversión social. Posteriormente se estiman ingresos anuales de US $ 2.0 mil millones, de cuyas utilidades continuará recibiendo Medellín el 50% para dar continuidad a proyectos de beneficio a su población.

Aunque las comparaciones son odiosas, la evolución del negocio de Telecomunicaciones de EPM fue un esfuerzo empresarial y visión en el mismo periodo (1995-2014) que el municipio de Cali, Concejo y EMCALI desaprovecharon tiempo y oportunidad histórica.

Trece años de insulsa intervención, en razón al descalabro de innecesarios contratos mal adjudicados en energía, acueducto y alcantarillo, dejaron pasar la oportunidad dorada de concentrar esfuerzos en el fortalecimiento del componente de telecomunicaciones. Discusiones y debates bizantinos, luchas por poder inútiles en el Concejo Municipal, entre los sindicatos de la empresa, las Juntas Directivas, las respectivas administraciones y Superintendencia de Servicios Públicos hicieron perder la visión de la competitividad del componente más dinámico y cambiante, ante la mirada indiferente de los entes de control.

Aun y después de dieciséis meses de nueva administración en EMCALI no se perciben cambios, ni estrategias  corporativas y renovadoras telecomunicaciones. Demoras injustificadas, paquidérmicas e incompetentes en instalación de servicios superiores a treinta días hacen que cada día pierda usuarios a favor de  otros operadores.

Un sombrío y gris panorama le depara a EMCALI el futuro incierto de su componente de telecomunicaciones.

¿A quiénes se les atribuirá el cuantioso detrimento patrimonial por falta de acertadas decisiones?

¿Alcaldes, Juntas Directivas, Interventores, Administración, Concejo, Sindicatos, Superintendencia, Entes de control…?  

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@geulloa                            

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