Huele muy maluco

Por Gustavo Álvare… |

El Jodario

Por Gustavo Alvarez Gardeazabal

En Cali  huele muy maluco y no es el alcantarillado. El gobierno del Alcalde Guerrero adelanta un proceso forzado para cancelar unilateralmente el contrato de alumbrado público que lo presta hace 15 años la firma Megaproyectos, propiedad de los paisas de Eléctricas Medellín y que vence en 18 meses.

La disculpa para hacerlo es una nimiedad que hasta el abogado más tonto desbarataría. Pero  la verdad es que con esta embarrada quieren tapar otra más grande, porque hace unos meses los gobernantes de Cali liquidaron el fondo de fiducia que manejaba los recaudos de alumbrado que hace Emcali y que efectuaba todos los pagos. Ahora la plata pasa  directamente a la tesorería municipal y allá se traspapela.

De esa fecha para acá, el gobierno de Guerrero debe 28 mil millones a Emcali por consumo de energía del alumbrado, cinco meses al operador y miles de millones de proveeduría.

Al cancelarle de esta manera, obviamente el contratista demandará y dentro de unos años cobrará.

Pero a ningún caleño se le escapa que como para seguir alumbrando la ciudad hay que hacer una nueva licitación y conseguir un nuevo operador y como ella será adjudicada por Guerrero y no por el alcalde que elijan en octubre, el mal olor se percibe en esta genial operación.

No se puede olvidar que a esa percepción olfativa se le une un factor chauvinista muy pendejo. Guerrero, valluno fututo, no quiere ni poquito a los paisas metidos en los negocios del Valle, al punto que no han solucionado el macho lio del acueducto por no tener que ser socios de los antioqueños dueños de las represas de Salvajina y Calima.

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