- Inicie sesión o registrese para enviar comentarios
El Jodario
Gustavo Alvarez Gardeazábal
Es de tal magnitud el pánico que el establecimiento le tiene a la convocatoria de una Constituyente que al presidente Santos se le ha ocurrido la idea peregrina de reunir un “congresito”, paralelo al actual, para que apruebe lo que pacten en La Habana.
Ese esperpento constitucional dizque estaría integrado por miembros de las comisiones primeras del Congreso y por representantes de los grupos guerrilleros que firmen la paz.
Como todavía no se sabe por cual medio va a ser aprobado este ente provisional y mucho menos si la Corte Constitucional permitirá el desdoblamiento de las funciones del Congreso para cedérselas a unos pocos de sus miembros y a unos alzados en armas escogidos a dedo, la propuesta presidencial nos vuelve a poner en el partidor.
El terror que genera una Constituyente para el establecimiento proviene de la posibilidad que se vuelva un organismo pleno de poderes que revoque lo existentey nos deje, con criterio de renovación y modernismo, con otras Cortes, otro Congreso y otra Carta.
Para muchos pensar en refundar la patria a través de una Constituyente pretextada por el pacto de paz de La Habana, es un imposible .Para otros sería la puerta para que un pacto de paz genere una nueva guerra. Y para unas minorías histéricas, una pesadilla que esa Constituyente le entregue el poder a los guerrilleros acogidos a la paz.
Ninguno de tales temores parece válido. El país debe atreverse a dar el paso adelante y dentro de la noción de perdón y olvido llegar a un consenso racional de lo que necesita como carta de navegación para su futuro.
@eljodario.com
