Mal ojo

Por Gustavo Álvare… |

El Jodario

Por Gustavo Álvarez Gardeazábal

He estado leyendo el remiendo que le hicieron al aplaudido acuerdo parcial de paz que firmaron Santos y Timochenko para hacer el show  en su momento, pero que ni De la Calle ni los Estados Unidos habían aceptado.

Para decir verdad, el remiendo les quedó bueno, pero tanto al presidente, como a las Farc, como a  los países garantes, les había quedado mejor decir la verdad. Nada había costado decirle al país que el cacareado acuerdo firmado ante las cámaras de televisión de todo el mundo entre el presidente constitucional de Colombia y el Jefe Máximo de las FARC hubo que remendarlo y que el presentado ahora en detalle no es el mismo.

Y no lo es, porque de acuerdo a los Estados Unidos (Lo supimos por wikileaks) el primer documento se saltaba elementales nociones de penas y castigos para quienes han cometido crímenes que la guerra disimula, pero no perdona y De la Calle había dicho que estaba en trámite.

 

Resalta en ese acuerdo la existencia de la  Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, porque será un organismo poderoso, sin dientes, pero con una capacidad absoluta de husmear en la historia reciente del país. 

Su presidente, que será muy importante, algo así como el Secretario General de la ONU, sin poderes reales pero con capacidad de palabra, podrá, por qué no, orientar el montaje final del proceso de paz y hasta del postconflicto si Santos se lo permite a Rafael Pardo, o la Secretaría Jurídica de la Presidencia no la embarra otra vez.

Remendar a tiempo es plausible, lo que si les quedó muy feo es creer que los colombianos tenemos memoria de gallina y no nos acordamos de Santos y Timochenko firmando el mismo documento. 

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