Oportunidades sin capacidades: Trampa del desarrollo

Por Michel Maya |

Por Michel Maya

El impacto de los  Programas de subsidios y viviendas gratis en la calidad de vida de los beneficiarios en Santiago de Cali.

Según el índice de pobreza monetaria (DANE 2012) Santiago de Cali (Área Metropolitana)  cuenta con un 23,1% de pobres, mientras el promedio nacional (13 Áreas metropolitanas) es de 18,9%; la pobreza extrema de la ciudad se ubica en un 5,3% de la población, frente a un promedio nacional de 3,3%. Así. la pobreza y pobreza extrema en la ciudad afecta l 28,4% de la población, es decir a 3 de cada 10 habitantes. El Coeficiente de Gini que mide la desigualdad tiene un comportamiento análogo ubicando a Cali en 0,515 y al resto de las áreas metropolitanas en 0,499 (recordemos que entre más cerca a 1 mayor es la desigualdad).

Las administraciones municipales de la ciudad, en asocio con el gobierno nacional, han desarrollado múltiples programas para atacar la pobreza, pobreza extrema y vulnerabilidad. Uno de ellos ha estado enfoca a la reducción del déficit cuantitativo de vivienda en poblaciones con estas características. Hoy el déficit cuantitativo de vivienda en la ciudad se estima en 94.700 unidades.

Las políticas de reducción de pobreza a través de la reducción del déficit cuantitativo de vivienda han usado los subsidios como principal herramienta para llevar vivienda a los pobres, pobres extremos y vulnerables.

El Desarrollo Económico genera oportunidades, las cuales están disponibles para todos en una economía. El dilema se expresa al revisar las capacidades de los distintos grupos poblaciones, donde aquellos más vulnerables, teniendo menos capacidades iniciales desarrolladas y adquiridas no pueden aprovechar las oportunidades existentes al mismo ritmo que lo pueden hacer otros, derivándose esta situación en un efecto indeseado: la ampliación de la brecha entre ricos y pobres, la consecuente concentración de la riqueza que se traduce en mayor inequidad, efecto contrario al deseado en la promoción de desarrollo económico.

Surge una pregunta fundamental: ¿Cómo las poblaciones vulnerables pueden aprovechar las oportunidades al presentar carencias básicas de capacidades necesarias para tal fin? Los referentes conceptuales a revisar son: Desarrollo (Max Neef 2010), Desarrollo Económico (Prebisch 1986), Brechas, Trampas de la pobreza (Nuñez, Carvajal 2007) , Distribución de factores iniciales, Igualdad, Inequidad, Emprendimiento, Emprendimientos de subsistencia, Programas de desarrollo, financiación del desarrollo, Vulnerabilidad, pobreza, Desarrollo Humano (Sen 2010), Capacidades, Oportunidades, Instituciones (North 1993).

Garantizar el derecho a la vivienda es un indicador de igualdad y dignidad, es una herramienta para reducir la pobreza. En Cali, diferentes administraciones han otorgado créditos a través de programas y proyectos de vivienda de interés prioritario, sin reconocer la situación socioeconómica de muchos beneficiarios que les impide pagar sus cuotas, lo que ha generado que los intereses moratorios superen el valor original del crédito.

Este es el drama de miles de familias de barrios como: Los Pizamos, Potrero Grande, Ciudadela Desepaz, Suerte 90, Puertas del Sol, Sol de Oriente, entre otros que viven  en casas donde después de 30 años haber recibido subsidios y apoyo estatal, departamental y municipal, la propiedad de las misma aún no son suyas debiendo capital e intereses del crédito otorgado.

¿Qué explica que 30 años después 6.930 adjudicatarios de programa de vivienda de la Alcaldía de Cali (subsidios) aún no sean propietarios de viviendas y le adeuden al municipio más de $70.355.544.685 a través de la Secretaría de Vivienda y el Fondo Especial de Vivienda?. La cifra está compuesta en más de un 80% por intereses de mora. ¿Por qué los beneficiarios de subsidios y vivienda no pagan los intereses y sus cuotas?

La caracterización realizada por la secretaria de vivienda en el año 2014 indica que el 80% de la población está en condiciones de pobreza y pobreza extrema, situación que no ha cambiado en los últimos 30 años, a pesar de haber sido beneficiarios de uno o varios programas de subsidio de vivienda. Es allí donde se hace necesario ver el problema de vivienda de modo integral, señalando a los subsidios como oportunidades que sí son aplicadas sin tener las características complejas de cada población, donde las capacidades de estas difieren, pueden, las oportunidades, en lugar de apalancar el desarrollo convertirse en una trampa que profundiza la pobreza de las comunidades.

Estos programas de vivienda, en los cuales las familias de más bajos ingresos acceden a su casa formal sin haber tenido la oportunidad de constituir un ahorro programado para obtenerla, en lugar de ayudar a estos beneficiarios a salir de la pobreza, lo que hace es profundizar su situación de vulnerabilidad, porque ahora tendrán que pagar cuentas de servicios públicos domiciliarios formales, impuestos como el predial y la contribución por valorización, además del pago de una cuota mensual de crédito, lo cual les genera costos adicionales, que antes no sufragaban y sin acceder a nuevos ingresos para pagarlos.

Una política pública de vivienda social es realmente una política de financiación,  debe determinar una óptima caracterización de quiénes son sus beneficiarios, que para el caso de proyectos como Potrero Grande son familias que no cuentan con capacidad de ahorro o crédito, razón por la cual se debe fomentar entre ellos la formación de capacidades para la generación de ingresos, la formación de ahorro y el crecimiento en sus Oficios/Profesiones que les permita mejorar su vivienda progresivamente.  

 

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