Cambios en atención médica generan riesgo por fármacos

Por Redaccion Cali… |

Redacción

“Mi padre fue atendido para una cirugía ambulatoria en el ojo, pero debido a que no se conocía su condición de diabético y que debía tomar insulina, fue internado después en cuidados intensivos. La falta de una historia de medicamentos fue clave para que eso pasara”.

Ese susto que pasó con su progenitor fue el punto de partida para determinar si efectivamente hay dificultades en el uso de medicamentos por transición. Esto es, que cuando ocurre el cambio de EPS, médico tratante, especialista o el uso del servicio de urgencias, se modifica un tratamiento  de medicamentos, comentó el profesor Jesús Becerra, del Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional.

Pues bien, de acuerdo con un estudio liderado por el académico, se determinó que el 93.6 % de los pacientes que acuden a urgencias presentan una discrepancia en su medicación, de manera que si estos pacientes consumen un fármaco fuera del hospital, cuando llegan al centro médico dejan de hacerlo.

También ayuda la omisión de algunas medicinas por parte de los nuevos médicos, que no tienen en cuenta los que fueron prescritos por otros colegas. Esto es frecuente en un 55.1 % de casos.

El ejercicio se realizó en tres instituciones hospitalarias de Bogotá por parte de la U.N. con el apoyo de la Universidad de Granada, evaluando a 240 pacientes usuarios del servicio de urgencias.

El trabajo consistía en preguntarles, antes de entrar a consulta, qué medicinas tomaban para realizar una especie de historia o base de datos con esta información, que incluía prescripción o automedicación. Luego, pasaban unos pacientes con estos datos y otros sin ellos, para determinar el trabajo de los galenos.

“Cuando usted está tomando unos medicamentos de manera crónica en su casa y llega al hospital por una eventualidad como la fractura de una pierna, lo ideal es que continúe su tratamiento y el centro de salud debe garantizarlo”, afirma el investigador.

Si esta situación no ocurre hay un impacto desfavorable en el paciente que podría generar una hospitalización en un tiempo más prolongado del ideal o incluso aumentar el riesgo para su salud. Pero también el impacto recae sobre el sistema de salud, puesto que es un costo adicional internar a la persona cuando no hubiera sido necesario, añade Becerra.

Historia de medicación

El objetivo con estos ejercicios es promover un plan de uso de medicamentos o un historial que esté al alcance del sector salud, principalmente cuando un usuario haga cambio de médico, centro de atención, sea remitido con algún especialista o requiera volver a urgencias.

“Esta información debe ir con el paciente siempre y evitar que se suspenda un tratamiento antes de recurrir a una atención médica. Si recibía una atención en Bogotá, por ejemplo, que no se interrumpa si le pasa algo en otra ciudad”, concluye Jesús Becerra.

El académico asegura que un procedimiento sin esta información incide en la saturación del sistema, además se evita más días de consulta. Pero llegar a este punto también incluye educar a los pacientes y alertar a los médicos de la importancia de insistir sobre estos datos.

Como proyección, desde este estudio se vio la posibilidad de que la información también pueda ser almacenada en tarjetas inteligentes, para mayor facilidad en las consultas.

Búsqueda personalizada

Caliescribe edición especial