Plan nacional de desarrollo 2010 – 2014 y Cali

Por Editorial |
 
Con la sanción presidencial de la ley del PND ha empezado a regir la prosperidad para todos y ha pasado a la historia la seguridad democrática. El objetivo es consolidar la seguridad con la meta de alcanzar la paz, dar un gran salto de progreso social, lograr un dinamismo económico regional que permita desarrollo sostenible y crecimiento sostenido, más empleo formal y menor pobreza.

El alto nivel de popularidad e imagen del Presidente Santos indica la esperanza que los Colombianos tenemos en él, para que materialice en su gobierno un mejoramiento de las condiciones socioeconómicas y, ante todo, para que reduzca esa gigantesca brecha social que crece en nuestro país.

Pero uno observa que el camino a la Prosperidad Democrática, a la Prosperidad para Todos, se basa en pilares como el de la estrategia de igualdad de oportunidades que proyecta nivelar el terreno de juego, que garantice que cada colombiano tenga acceso a las herramientas fundamentales que le permitirán labrar su propio destino. Sin embargo el gobierno, en cabeza de su Ministro de Hacienda, se la juega a fondo y saca la reforma constitucional que elimina la tutela para derechos sociales, como a la seguridad social, y para derechos fundamentales, como el de la salud y la integridad personal, y que va en contravía del estado social de derecho. Teniendo las razones económicas y no sociales ha debido el Congreso de la República como el sostén del régimen democrático, obligar al Presidente Santos a encontrarle una salida a esta situación desequilibrante de las finanzas públicas colombianas. Éste es uno de los grandes retrocesos de la carta política que todos los Colombianos mantenemos como una ilusión, pues el principio fundamental de nuestra patria al tener en el papel un estado social, acaba de ser mutilado por el binomio Gobierno-Congreso, confundido en la Unidad nacional.

Igual pasa con uno de los postulados del recién sancionado PND, como es el “Buen Gobierno como principio rector en la ejecución de las políticas públicas, y en la relación entre la Administración y el ciudadano.”, este eje transversal que se impone legalmente para todas las esferas del quehacer nacional, no se cumple en Cali, cuando hace 8 meses tenemos una gerencia interventora de EMCALI encargada y la entidad no tiene el rumbo de largo plazo, más aún cuando se trata de una de las primeras empresas del suroccidente Colombiano.

En cuanto a los compromisos de Inversión de la Nación en Cali y el Valle, contenidos en el PND, nuevamente salimos perdiendo por la falta de instrumentos de largo plazo que nos permitan presentar proyectos integrales y bien planificados. Recordemos que venimos de 4 años de gobernación de Angelino Garzón, con Apolinar Salcedo en la Alcaldía de Cali, dentro de una empresa, EMCALI, intervenida, en donde la planeación fue ausente en todas esas entidades territoriales. Luego repetimos la dosis de 4 años perdidos en cuanto a la planeación de inversiones públicas de Abadía al frente del Valle y Ospina con la responsabilidad en Cali, en razón a egos y metas tan disímiles, que no se hablaban en lo importante y reñían en lo urgente. Llega Francisco Lourido a la gobernación a aprender y a dejar la casa en orden.

Es el caso que la necesidad de un nuevo acueducto para Cali y el sur del Valle, con aguas del Pacífico, que ha quedado en veremos nuevamente, por ausencia de liderazgo en los propósitos regionales. Y qué decir de la inviabilidad técnica y económica del S.T.M de Cali MIO, que no se ordena su estructuración en la ley del plan, en el entendido que la Nación obliga la terminación de la fase II y una inversión superior a $200.000 millones. Así mismo, uno observa el efímero compromiso con la línea férrea y en especial con los estudios que estructuren el tren de cercanías tan importante para Cali, Palmira, Yumbo, Jamundí y Candelaria.

Por ello es urgente, y ante esta triste realidad de la elección popular de Alcaldes y Gobernadores, que el sector público, en cabeza del Departamento del Valle y el Municipio de Cali, se unan con el sector empresarial, social, con las Universidades a la cabeza, los gremios y el bloque de parlamentarios, diputados y Concejales, y le entreguen la preparación de los estudios para la planificación del largo plazo de la región y de la ciudad a una empresa de economía mixta, en donde participemos todos y se pueda mantener una dinámica regional futurista para Cali y el Valle del Cauca.

¿Uds. saben que están haciendo los paisas en inversiones y para donde van?
 

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