DAGMA, a ejercer su autoridad ambiental

Por Editorial |

Mantenimiento Zonas VerdesLos ciudadanos poco recuerdan al DAGMA como autoridad ambiental. Su nivel  de recordación es por los “negociados” de tierras en las áreas rurales, por los permisos que tiene que sacar los ciudadanos para cortar un árbol y por el mal manejo de sus zonas verdes. Desafortunadamente esta es la verdad de la entidad que debe ejercer la autoridad ambiental en la ciudad. Precisamente quien creó este departamento administrativo, el alcalde Rodrigo Guerrero ha decidido poner a funcionar la Institución  encargada de  la conservación del medio ambiente y mejoramiento de la calidad de vida de la ciudad.

La administración de los recursos naturales dentro del perímetro urbano es precisamente su tarea primigenia para lograr un desarrollo sostenible y como mayor autoridad ambiental del Municipio de Cali, le corresponde hacer aplicar las normas  para mantener y preservar los parques, bosques, zonas verdes, arborización, el ornato y por supuesto controlar la contaminación ambiental.

La politiquería y la corrupción no le han permitido al DAGMA iniciar una tarea de largo plazo y lograr su respetabilidad institucional, a éste cambio cultural le está apostando el Alcalde y la nueva Directora Beatriz Eugenia Orozco.

Esta semana logró conocer el DAGMA de primera mano dos atentados ecológicos del capitalismo despiadado con el medio ambiente, el primero un humedal ubicado en Pance en la Carrera 118 con Calle 32, convertido en escombrera para rellenar un lote y de esta manera construirlo. Es el asesinato a un acuífero por manos inescrupulosas que no solamente buscan ganarse unos pesos, sino habilitar un predio que debe conservar ambientalmente su reserva natural. El humedal de ½ Hectárea aproximadamente le arrojaron más de 30 mil m3 de materiales de construcción residual, haciendo desaparecer el agua, especies de mamíferos y aves nativas.

Igualmente un bosque al frente del Zoológico Municipal en el barrio Santa Teresita, lo acaban de devastar para construir una torre de apartamentos del Proyectos Molinos de Santa Teresita de propiedad de una constructora. Allí el DAGMA  en la administración anterior autorizó acabar con 176 árboles bajo el esquema de compensación ambiental por $60 millones, como si un bosque tuviera valor económico. Y como si fuera poco, se pretende construir unas torres de más de 30 m de altura, dejando una franja  de 7.5 mts que entubaría la quebrada San Cristóbal  (antigua quebrada Bellavista), que nutre de aguas al rio Cali. De esta manera se viola el Artículo 45 del POT que ordena que el ancho de las franjas forestales protectoras para quebradas y arroyos deber ser de 30 mts medidos en ambas márgenes  y por consiguiente estaríamos matando un recurso no renovable como es el agua.

Ya la nueva dirección del DAGMA hizo la inspección en ambos atentados contra la naturaleza y se ha comprometido en aplicar la ley. Esto es lo que necesita la ciudad de Cali, una autoridad ambiental que masifique la cultura por el respeto y protección del medio ambiente y que evite la mano salvaje de inversionistas que solo buscan el lucro individual.

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