Necesitamos un líder vallecaucano

Por Editorial |

Los acuerdos vallecaucanos entre los políticos congresistas y que se denomina políticamente como de UNIDAD NACIONAL, sobre aspectos de la asociación estratégica para reemplazar al Gobernador Héctor Fabio Useche, en el que se fijaron  reglas que regirán la coalición, tales como: Mecanismo mediante el cual se designó el candidato, jefe de debate y programa que va a presentar, es un desarrollo constitucional de la libertad de los partidos políticos y hace parte del principio de su autonomía como respuesta al desbarajuste departamental en que nos encontramos. Pero de allí a no entender el momento político que se vive, después de 8 largos años de atraso administrativo, crisis institucional, financiera  y de liderazgo regional, no era para hacer una coalicion en contravía de lo que se necesita.

Es el momento para actuar con grandeza en la búsqueda de la UNION VALLECAUCANA y se adoptó por un negocio político, que es la suma de intereses partidistas de las principales maquinarias electorales de la región, de cara a la reelección próxima congresional y a la que también le juega la Casa de Nariño. Y el Departamento que?

Los Partidos políticos y los requisitos de elegibilidad

El País Vallecaucano ahora a través de una mal llamada UNIDAD NACIONAL para la región, adopta desafortunadamente la formula de MAS DE LO MISMO. No entendimos que el territorio es infinitamente más grande que los partidos, acostumbrados al poder politico por su fortaleza representativa gracias a la mano presidencial de turno y no a la capacidad de traducir las demandas sociales y las preferencias de los electores en planes de acción, que debe entender la identidad entre las preferencias del electorado y los programas.

Nos olvidamos del fortalecimiento del sistema democrático vallecaucano, mediante la exigencia a los partidos de trabajar con ese principio, en especial para la escogencia de su candidato de la Unidad. No se fortalece la democracia participativa, y por el contrario quedamos expósitos a las decisiones de las maquinarias electorales, burocráticas y contractuales.

Los ciudadanos debemos participar en la conformación del poder político, unido al reconocimiento del derecho de postulación que la Constitución reconoce a partidos, conlleva a tener unos requisitos de elegibilidad en los candidatos, que sea una responsabilidad que reposa en los partidos  con derecho de postulación. Y eso es lo que nos hemos olvidado con la escogencia de UBEIMAR DELGADO como candidato de la UNIDAD NACIONAL.  

Necesitamos un candidato de estructura programática demostrada en sus ejecutorias públicas y privadas, no un:

Componedor de coaliciones para cargos de elección popular, en los Concejos Municipales, en la Asamblea de Valle, un conciliador de debates para el tapen, tapen.

Necesitamos alguien que con autoridad y experiencia organizacional arregle el desbarajuste institucional, administrativo y financiero del Departamento del Valle, no una persona que ha gastado toda su vida buscando puestos y puestos, originando la debacle en que se encuentra el Valle y Cali.

Necesitamos alguien que sepa poner a la politiquería en su sitio adecuado, de tal manera que respete derechos de los partidos, pero que no entregue la acción pública en la repartisiña acostumbrada y a eso le ha jugado toda su vida el candidato de la Unidad Nacional, a deponer criterios de ciudad y región , por la manguala apetitosa de la burocracia política o de los acuerdos con presentes grupistas y sin futuro local o regional. 

Necesitamos un líder del país Vallecaucano

Un líder que no solo convoque la unidad regional de sectores sociales, económicos y políticos, si no que interprete el cambio que debe tener la región, para proyectar el futuro de nuestro departamento.

Un líder que sea capaz de hacer un acto de contrición, en donde los empresarios reconozcan su pasividad por lo público, su dinámica contemporánea en función del dinero y los políticos entiendan que en la politiquería solo se obtienen crecimientos perversos por la corrupción y la visión corto-placista para darle solución a los problemas. El punto de Unión Vallecaucana  se debe centrar en el estricto cumplimiento de la ley, en las actuaciones públicas y privadas de tal manera que se tenga autoridad moral para proyectar el futuro.

Un líder que nos haga recuperar la institucionalidad ante propios y extraños, mirar con la cabeza erguida en el liderazgo de la reconstrucción de la misión y la sociedad vallecaucana. Atrás debe quedar la venganza y el odio producto de acciones políticas, penales y disciplinarias de unos contra otros, que ha generado retaliación y persecuciones a diestra y siniestra. 

Nuestros problemas crecen todos los días, la desigualdad social campea, nuestra internacionalización era mayor hace 50 años, nuestras exportaciones son la mitad de Antioquia, el desempleo e informalidad nos agobian y los Municipios antes forjadores de progreso hoy son pueblos que retroceden hasta en población. Tenemos unas ventajas comparativas por nuestra tierra y el Océano Pacifico, pero estamos siendo inferiores a nuestro destino.

Un líder regional, que guarde el equilibrio político entre todos, sea garantía para tirios y troyanos y que en la nueva elección, le demostremos al país que si somos capaces de encontrar un gerente capaz de proyectar a  nuestro departamento y recuperar el desarrollo económico, pero con justicia social, la identidad cultural y el liderazgo perdido.

Este líder que conjugue una verdadera apertura hacia los políticos, empresarios, sectores sociales, gremiales y sindicales, nos permitirá iniciar la transformación cultural, tecnológica, social y económica que necesitamos, para ello es inaplazable la Unión Vallecaucana.

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