Inicie el 2015 con la verdad de Cali

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Editorial

Nadie puede discutir las grandes fortalezas de la ciudad, su topografía, el clima, ríos y sus gentes, el empuje de muchos visionarios que han permitido mantener la llama pujante de una Cali próspera, pero esto no nos puede tapar la verdad de la realidad social, económica, política y de gobernabilidad de la ciudad. Por ello presentamos este ensayo sobre la verdad de Cali hacia el 2015.

Esta tierra es de alegría, con gentes abiertas, de mucha calidad humana, mujeres hermosas y por eso la laman la Sucursal del Cielo

Por supuesto que esta tierra es de alegría, con gentes abiertas, de mucha calidad humana, mujeres hermosas y por eso la laman la Sucursal del Cielo. Es capital de un hermoso valle del Cauca con olor a caña, tabaco y brea, con una brisa vespertina insuperable y noches cálidas.

Claro que en Cali hay esperanza y es tierra de promisión con buena energía, los extraños se sienten felices porque se les brinda acogida con brazos abiertos.

Su fortaleza, ser multirracial y multicultural, lo que la obliga a volver a ocupar la vanguardia que tuvo durante muchos años, gracias a las tradiciones españolas, la migración paisa, nuestra malicia indígena, y el ritmo y sabor de los afros.

Es cierto que la ciudad se ha recuperado un poco, el orgullo caleño se mantiene y el autoestima ha vuelto a estar en el comportamiento ciudadano. Somos luchadores, transformadores, innovadores, soñadores, pero al mismo tiempo nos negamos a integrarnos letrados con analfabetas, ricos y pobre, en fin, existe la antiquísima exclusión social. Claro que fuimos precursores desde la independencia, pero los problemas gravísimos como son el agua, la línea férrea, el transporte, la violencia, la corrupción, la pobreza, la miseria, la valorización por obras mal planificadas, no los atacamos en defensa de los derechos de los ciudadanos.

Hoy los Caleños no le dan la verdadera importancia al Pacífico

Hoy los Caleños no le dan la verdadera importancia al Pacífico, adicionalmente la vocación no está clara frente a una ciudad de servicios que se viene hinchando desde finales de los 70; el transporte masivo tiene más problemas que soluciones, el desarrollo urbano es caótico y sin respuesta suficiente a la subnormalidad en los 4 puntos cardinales; somos la ciudad más violenta del país,  el agua está en crisis desde hace 14 años, la infraestructura educativa obsoleta, la salud pública tiene unas ESEs como nido de burocracia más que de servicios y la recuperación de la malla vial no tiene los recursos para hacerla. La informalidad y el desempleo llegan al 68% de los caleños, según un estudio del mismo Ministerio de Trabajo y la Alcaldía de Cali, lo que origina unos índices de pobreza y miseria que se palpan deambulando por el espacio público de la ciudad.

Llevamos 14 años con la contaminación de las aguas provenientes del río Cauca y por ello, desde el año 2000 más de 300 barrios, entre ellos 1’600.000 personas se quedan sin agua

Llevamos 14 años con la contaminación de las aguas provenientes del río Cauca y por ello, desde el año 2000 más de 300 barrios, entre ellos 1’600.000 personas se quedan sin agua. No hemos tenido un Emcali que responda a uno de los grandes problemas de la ciudad.

Hace 36  años el alcalde Escobar Navia y el Concejo de la época crearon el STM y Protrans. En el 2002, hace 12 años,  se cambió el proyecto y comenzamos la inconclusa carrera de dar un sistema de buses articulados MIO, el que no encuentra punto de equilibrio ni la aceptación ciudadana. Hace 2 años los Senadores German Villegas y Roy Barreras recibieron de parte de las directivas de Metrocali las necesidades de $1 billón para salvar a Metrocali, finalizando el 2014 los recursos no aparecieron y el problema se centró en los operadores, más que en los usuarios. El 2015, el MIO nos recibe con alzas de tarifas. Hoy el MIO sigue siendo inviable técnica, económica y financieramente.

Hoy el MIO sigue siendo inviable técnica, económica y financieramente

Hace 6 años la ciudad se embarcó en un plan de desarrollo urbano con la valorización, denominado 21 Megaobras, costó de $ 867 mil millones, se cobraron y pagaron, se hicieron algunas sin estudios y hoy el valor de la obras sin poder contratar por la ausencia de disponibilidad presupuestal supera el $1billón. El Municipio debe cumplirles a los Caleños con estas obras, pero actualmente se han contratado varias para ser canceladas entre el 2016 y el 2020 y seguramente la Avenida Circunvalación del Sur, la doble calzada de la Carretera al Mar, la salida a Jamundí y otras,  queden para el cuatrenio 2020-2024. Si se dijera la verdad y llevara las obras faltantes como obligación de hacer, el marco fiscal de mediano plazo del Municipio, sería inviable.

Este panorama no es observar lo malo de Cali, claro que somos optimistas, pero debemos colocarle una dosis de realismo, no hemos sido capaces de parar la hemorragia de malas actuaciones administrativas, sin el soporte financiero y lo más grave aún  sin los estudios técnicos que demuestren la factibilidad de los proyectos de ciudad. Por supuesto que la recuperación del Distrito de Aguablanca es un hecho positivo de más de 3 décadas, lo mismo el crecimiento de una nueva ciudad de servicios con urbanizaciones y edificios modernos, pero nuestra realidad social y económica es una y es a ella a la que nos estamos refiriendo. No somos capaces de recuperar los ejidos y el patrimonio público, por el tapen - tapen.

El mes de Octubre eligiendo Alcalde y nuevo Concejo, que es la gran oportunidad de los caleños para unirse e iniciar un proceso de trasformación de largo plazo

Para el 2015 se inician proyectos de infraestructura financiados por los contratistas hasta el 2020,  pero a Cali se le trata como un pueblo grande, no tenemos Plan Vial, el POT muy distante de lo que necesita Cali, las decisiones son irresponsables desde el Concejo y la alcaldía  MIO, Megaobras, Termoemcali, agua, etc.), perdimos liderazgo Nacional, respetabilidad como ciudad y dejamos de ser altamente atractivos para propios y extraños. Ah se nos olvidaba, somos la capital de la salsa.

Por todo esto debemos reaccionar, reorientar la ciudad, ojalá pudiéramos arrancarlo ya en la víspera del evento deportivo más importante en la historia de Colombia: El Campeonato Mundial de Atletismo de Menores que albergará  más de 4.000 participantes de 180 países. De lo contrario, de nuevo estaremos en el mes de Octubre eligiendo Alcalde y nuevo Concejo, que es la gran oportunidad de los caleños para unirse e iniciar un proceso de trasformación de largo plazo. 

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