Construir el consenso para la paz

Por Editorial |

Editorial

Pasar urgentemente por construir la agenda de una verdadera paz para Colombia.

Esta semana entró Colombia en la recta final del proceso de la paz, una vez el Gobierno Nacional entró practicampente en campaña por el plebiscito, al ordenar el Presidente Santos a sus funcionarios trabajar por el SI. Este esfuerzo es importante y los ciudadanos debemos acompañarlo, aunque la paz interna del país sigue siendo esquiva, en primer lugar la que tiene que ver con la desigualdad social y la inequidad que se vive en Colombia como país tercermundista frente a los ojos del mundo y la segunda, con las fuerzas politicas que se oponen a las negociaciones que han firmado el gobierno nacional en la Habana y que lidera el expresidente Alvaro Uribe. Por estas razones el tema debe pasar urgentemente por construir la agenda de una verdadera paz para Colombia.

Se escuchan permanentemente posiciones encontradas entre los altos dignatarios del estado y algunos ventrílocuos en el Congreso de la Republica, que enrarecen el clima de la paz interna. Pareciera que estuviéramos tocando la diana de la guerra interna a la luz de la negociación de la firma del proceso de paz con final con la guerrilla de las Farc, es algo indudablemente muy  delicado. Y esta guerra interna se vive, porque hay un partido político que no está de acuerdo con lo que se está haciendo en la Habana y representa un porcentaje de población ciudadana muy grande.

Que la paz nace de la Constitución Colombiana, cuando se instituye como un derecho fundamental.

Lo que no se ha podido entender en Colombia suficientemente es que la negociación con la guerrilla se hace sobre la base de su participación en un sistema político que se construya  entre todos y es allí de donde se derivan todas las negociaciones sobre el acuerdo final del cese al fuego, de entrega de armas, de justicia y reparación, victimas y demás elementos tal complejos en la negociación de un gobierno en representación del estado y la guerrilla.

Indudablemente que la paz nace de la Constitución Colombiana, cuando se instituye como un derecho fundamental que está relacionado con el respeto efectivo de los derechos humanos, que no puede confundirse con la simple ausencia de la guerra, ni reducirse a la seguridad nacional y la tranquilidad pública.

Para poder entender este final del proceso de paz con la guerrilla, hay que entender que las concesiones mayores las debe hacer la sociedad y en nombre de ella por supuesto el gobierno. Una de ellas es la justicia transicional que tiene que resolver en gran parte el problema, porque la ordinaria no los puede resolver dentro de su estructura legal.

El jefe del estado Juan Manuel Santos, tiene el deber y el derecho de adelantar ese proceso de paz y en su sostenibilidad para el largo plazo, debe dedicarse a buscar un consenso entre todos los colombianos. Ahí está la clave en la construcción de la paz, que democraticamente podría terminar en una Asamblea Constituyente que permita unir el pais y susperar la gran controversia juridica que existe-

La paz debe ser construida entre todos, que lo de las FARC sea el punto de partida, luego con el ELN  y para la paz interna debe firmarse un pacto.

El Centro Democrático y especialmente el expresidente Álvaro Uribe deben también ceder un poco permitiendo elegibilidad política que es el punto de partida de un proceso de negociación de paz, ya se hizo en el pasado, diferentes movimientos guerrilleros hicieron parte del Congreso y eso fue bueno para la democracia, hay que dejar que opere la justicia transicional aunque tenga su dosis de impunidad porque el prerrequisito es perdonar y tambien olvidar.

La paz debe ser construida entre todos, que lo de las FARC sea el punto de partida, luego con el ELN  y para la paz interna debe firmarse un pactocomo lo hicieron Lleras Camargo y Laureano Gómez en Sitges en 1957, para buscar un consenso nacional y se pueda desarrollar la verdadera construcción de la paz de Colombia.

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