La Necesidad

Por: Ana María Valencia

Todos tenemos muchas necesidades. Empezando por las necesidades básicas, como, el alimento, el descanso, el trabajo, la salud, el amor etc. Son necesarias para vivir. Cuantas cosas más necesitamos para vivir tranquilos o satisfechos. Cada año nos ponemos muchas metas que cumplir, logros, grandes proyectos y promesas para avanzar en la vida. ¿Qué pasa a mitad de camino? Nunca faltarán los obstáculos, los imprevistos y el cansancio. En ese momento es importante hacer la pausa y discernir que de todas esas cosas que estoy necesitando son  verdaderamente necesarias y cuáles no. Cuáles de ellas son solo caprichos míos, cuales son las necesidades de otros en mí, o cuales necesidades nuevas me estoy creando que me hacen perder mi rumbo original.

Las necesidades que creemos tener  nos pueden llevar a tener una vida pesada, llena de ansiedades a causa del afán por conseguir mas cosas y llevar un equipaje más pesado en nuestro caminar por la vida. Cargar con tantas necesidades nos pone en peligro la vida.

Para evitar caer en esto podemos pedirle dirección a Dios, que nos de la luz en un discernimiento para liberar esa carga y reconocer cuales son las verdaderas necesidades para vivir y cuales las estamos inventando. La vida es para disfrutarla y alivianar la carga nos permite disfrutar  el hacer cotidiano.

Para profundizar en ese discernimiento se pueden responder las siguientes preguntas:

¿Qué cosas siento que me frenan hoy?

¿Son necesidades físicas, emocionales o espirituales?

¿Estas necesidades son mías o de alguien más?

¿Cómo sería mi vida sin ellas?

¿Si las elimino, dispondré de más tiempo para que las cosas en mi vida que me importan de verdad?

Al final de responderlas, podemos perdirle a Dios que nos de la fuerza para sostener dichas respuestas, para eliminar lo que ya no necesitemos y para seguir trabajando por aquellas que si necesitamos, de esta manera ir mejorando la vida en el  acontecer diario.