El ansia de tener más

Por Héctor de los Ríos |

Por Héctor De los Ríos L.

Vida Nueva

¿Hemos visto alguna vez una pelea en una familia a la hora de repartir la herencia de los padres difuntos? ¿La belleza del ideal comunitario-familiar se ha venido al piso o se ha fortalecido con la ausencia de los progenitores? ¿Cada uno trata de llevarse lo que mejor pueda o qué pasa?

¿Qué sucede cuando esta apertura a Dios y a los hermanos no se da, sobre todo cuando los bienes de la tierra, que podrían ser de ayuda, terminan siendo obstáculo para trascenderse a sí mismo en la entrega generosa en el amor?  Es así como en el camino de subida a Jerusalén se avanza hacia un nuevo tema del discipulado.

Al respecto, hoy el evangelio responde con dos ideas fuertes:

La libertad de corazón. Nos dice que el corazón de un seguidor de Jesús debe estar liberado de toda ambición en el presente. Es verdad que él no es ajeno a la necesidad de una buena administración de sus posesiones en la tierra, pero también es verdad que si es auténtico discípulo no se dejará aprisionar por los encantos del dinero porque su mirada está puesta en lo fundamental hacia el futuro: no quiere ser feliz solamente un rato sino siempre. Para ello: la victoria espiritual sobre la “avidez” o “codicia” que habita el corazón del hombre.

Administrar-asegurar la vida mediante sabias decisiones. Con una visión profunda del misterio de la vida, sabiendo donde está su “sentido”, el discípulo sabe en qué centra sus ideales y dónde invierte sus mejores energías. De este “saber” se deriva un estilo de vida “sabio”, es decir, responsable con su vocación a la “vida” plena.

Para explicarnos esto, nuestro evangelista Lucas nos muestra cómo el Maestro Jesús es verdaderamente Maestro de Vida, haciendo de la riña de dos hermanos por una herencia (Lucas 12,13-21) el punto de partida para proponer una altísima enseñanza.

La enseñanza de Jesús se centra desde el principio en los peligros que acechan la vida del discípulo. En su justo comportamiento frente al mundo, él es acechado tanto por peligros internos como externos que paralizan el seguimiento de Jesús.

Búsqueda personalizada

Caliescribe edición especial