Factores que impiden el desarrollo urbano coherente de Cali

Por Eddie Andrew M… |

Factores que impiden el desarrollo urbano coherente de Cali

*Eddie Andrew Martínez Alegría - Arquitecto. M.sc. © Diseño Urbano

Esta reflexión busca coherencia entre las ideas de gobierno y las necesidades de la ciudad, surge como critica a la presentación de la licitación de tres de las “mega obritas”, a iniciar pronto; también con motivo de las elecciones para gobernador y la socialización de la revisión del POT. Debo aclarar que estas ideas abordan estos temas superficialmente.

Como primera instancia debemos afirmar que Cali no tuvo un alineamiento de las estrellas a diferencia de otras ciudades, hasta la administración anterior, donde se juntaron una alcaldía inexperta, ignorante de las temáticas de ciudad, y negligente con las normas, un consejo permisivo e igualmente ignorante,  una gobernación que para muchos no fue buena.

En Bogota y Medellín hubo alcaldes y concejales con ideas claras, con criterio suficiente para decidir una buena opción para el desarrollo de la ciudad, con un conocimiento de otras experiencias y un horizonte claro, denominado “Prevalencia del interés colectivo sobre el Particular”, Ley 388 de 1997.

Como segunda instancia encontramos “la base de las ideas de desarrollo urbano”. Cali se estancó porque las ideas surgen desde la secretaria de infraestructura, con una visión parcial, “solo se interesan por hacer vías y puentes”; estas ideas deben nacer en planeación, como parte de un proyecto general de ciudad que aborde todas las temáticas de manera integral y de ahí ser repartidas a cada dependencia, y cualquier proyecto que naciera en otra dependencia deberá ser avalado o rechazado de acuerdo con este proyecto de ciudad.

Como tercer factor aparece la normativa urbana. Durante unas  investigaciones encontré que las normativas producidas para nuestras ciudades son incoherentes, se basan en la capacidad de edificabilidad (índices de ocupación y construccion) respecto del lote y en los usos. El primero remite a las dimensiones de cada predio en una manzana,  por lo que, si en una manzana hay un predio de 10 metros de frente y junto a este hay un lote con 20 metros de frente, encontraremos que el predio con 10 metros podrá construir 3 pisos y el de 20 construirá 8 pisos, independiente de su localización, y de la localización de la manzana misma en el barrio y la ciudad.

Con base en lo anterior, encontraremos una manzana  con variedad de alturas  causada por la variedad de tamaños de cada lote,  aunque este se encuentre frente a la avenida más importante de la ciudad, a un parque metropolitano, un parque de barrio o una plaza de patrimonio.

 

 

 

 

 

 

Fuente: Producción Propia

Y los usos permitidos,  a diferencia de la flexibilidad en la edificabilidad de la  manzana, estos son regidos, se dividen por polígonos y cada uno de estos tiene un uso permitido o preferencial, como sucede en el barrio Tequendama, anteriormente de vivienda pero transformado en tan solo 10 años por las normativas a servicios y un poco de comercio, para crear una “centralidad de segundo orden” que no se lee como tal. (véase POT, Centralidades).

 

 

 

 

 

 

Fuente: Producción Propia

Todo esto produce los denominados “Conjuntos cerrados”, “sectores empresariales y clústeres de salud” y el reemplazo de barrios de vivienda por comercio como sucede también en Ciudad Jardín,  siendo estos un problema menor hasta llegar al tema de los moteles en el interior de la ciudad.

 

Qué tal si las normas urbanas fueran pensadas desde la imagen urbana, como parte de un proyecto general, que además de edificabilidad y usos variados y compatibles, determine las obras de espacio público e infraestructura de cada lugar, en cada barrio, entre otros.  Véase Urban design Guide lines.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Harford Downtown. Urban Strategies

Como cuarto factor encontramos el mercado inmobiliario, produciendo vivienda en masa con mínimos espacios para habitar, propuestos por profesionales de áreas ajenas esto, economistas, abogados y en el mejor de los casos ingenieros,  determinando 40 metros o menos para vivienda de interés social en la que habitarían 5 personas como mínimo, produciendo conjuntos cerrados o urbanizaciones como Decepaz, Potrero grande y Ciudadela Comfandi, sin duda “Cajas de Fósforos” y a la vez  expandiendo la ciudad.  A lo me surge una pregunta ¿Qué va a pasar cuando se les acabe la tierra?

Como último factor encontramos la incoherencia de todas estas respuestas urbanas, de espacio público, de infraestructura, arquitectónicas, entre otras, al medio ambiente.

Las ciudades, históricamente, han sido la peor respuesta del hombre a la naturaleza, producimos desechos, destruimos zonas enteras de bosque como sucedió en Pance y Valle del Lili, ocupamos humedales por los que la CVC cobra una simple multa, y hacemos edificaciones que destruyen el entorno natural y algunas veces también el construido.

Las Megaobras a licitar no ofrecen beneficio alguno, la infraestructura por si sola, llámese puentes o vías, no ofrece respuestas coherentes, al contrario produce un impacto dañino en la ciudad.

 “Se necesita una visión integral para mejorar a Cali”

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