Elvis, aquí nadie te escucha pero todos te recuerdan

Por Andrés Belalcázar |

Debo admitir que cuando pienso en Elvis no pienso en “El Rey”, a lo sumo me viene a la cabeza el chiste de “El bizco” y el otro conocidísimo Elvis Crespo, que a tantas generaciones ha hecho bailar con su música de tercer... mundo.

Si he sabido del cantante del Mississippi es porque la televisión gringa se tomo el planeta con sus chiste malos, su sensiblería barata y sus estrellas. O por la versión en español del rock de la prisión, que siempre me sorprendió por lo pegajosa y lo pendeja.

El caso es que por estos días los gringos miran al cielo y lloran, se reúnen en las vegas para hacer concursos de imitación, llevan flores a su tumba y las páginas de todo el mundo dedican un rincón de sus publicaciones a esa “leyenda” muerta, bien muerta, de la iconografía estadounidense.

El hombre con capa de brillantes, el precursor de Walter Mercado y de Sandro de America, esta muerto. Murió en 1977. Su música no suena en Colombia como las disqueras quisieran y nosotros seguimos nuestro camino. Todo muerto es un buen muerto.

Hoy recordamos su encuentro con Sinatra, creo que el Rey es el único que lo ponía nervioso. Y como no, recordaremos también a su copia latinoamericana. El pastiche es ley en el sur. Sean bienvenidos.

 

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