La viga en el ojo propio

Por Redaccion Cali… |

Por Oscar Orlando Tenorio Rosas

Economista

Hace unos días me dirigí al CAM a hacer unas diligencias, cosa que no hacia desde hace bastante tiempo, con lo que primero que me encontré fue con un cerco de peatones que mas parece un cerco para reses que para humanos.

Después de pasar por tan maluco camino, baje por las escaleras del puente en el cual me aguardaba un olor ha berrinche que casi no se puede aguantar, llegando a la plazoleta del CAM empecé a percibir un olor penetrante a ave y acto seguido me encuentro con un ejercito de palomas las cuales están tan familiarizadas con los humanos que ya no vuelan al uno pasar cerca de ellas, con el olor a ave a un en mi nariz, me encuentro con un conjunto de globos haciendo propaganda a no sé que. Me ubique en la puerta del concejo municipal aun con el olor penetrante a ave y miro hacia la puerta de la alcaldía y me encuentro con una barracas de la policía, alas cuales no les encontré el sentido de estar ubicadas allí, la impresión que da es de ser una estación de policía y no de la puerta de la tercera alcaldía del país.

De repente, empiezo a sentir una rasquiña por todo el cuerpo o sorpresa, estaba lleno de mosquitos mordiéndome por todo lado, entretenido con el olor a ave y rascándome por todo el cuerpo del ataque de los mosquitos, me percato que estoy ubicado en medio de varios negocios que inicia en la torre de Emcali y termina en el concejo municipal.

En mi camino de regreso a casa, me preguntaba, que paso con nuestra ciudad, como es posible que en el CAM que es donde se toman las decisiones mas importantes de la ciudad, es donde despachan el alcalde, los secretarios de despacho, el recinto de la democracia caleña que es el concejo municipal, estén rodeados de los problemas que nos aqueja a los caleños y salen a buscarlos por toda la ciudad.

Que ironía

Búsqueda personalizada

Caliescribe edición especial