Descarga ilegal de energía pone en peligro a comunidad al norte de Cali

Por Redaccion Cali… |

Por redacción ciudad

Petecuy es uno de los destinos turísticos menos apetecidos para los que conocen Cali. La alta tasa de inseguridad ha acorralado a sus habitantes desde tiempos inmemoriales, convirtiéndose un catalizador de su vida diaria. Los niveles de extrema pobreza son altos y no es una práctica inusual el robo de energía de los postes.

Hay varios hombres dedicados a la tarea en la zona y uno de ellos es Samuel Pérez*. Ël se desplaza desde Alfonzo López, pues tuvo que irse del barrio pro amenazas. Aún así lo siguen llamando cuando hay que hacer un trabajo de esos. 

“yo hago esto desde hace años. Si uno tiene cuidado al subir y sí conoce cuáles son los cables que traen carga alta pues no tiene problema. Sólo he tenido un accidente y fue porque me confié y me resbalé desde un poste a 7 metros del suelo. Por suerte caí sobre el techo de un carro y eso amortiguó mucho el golpe.”

No todos saben a qué se dedica Samuel, pero si los que lo deben saber. De alguna forma, cuando un asentamiento le gana terrero a la ribera del río o hay alguna crisis colectiva, varios s se pegan el poste ilegalmente. Sería muy fácil rastrearlos siguiendo el cable, lo que facilitaría la labor de identificación por parte de las autoridades. Pero una técnica sencilla los mantiene en el anonimato: Hay campaneros que avisan cuando se acercan los empleados de Emcali y desconectan la línea que llega a la casa, dejando el cable colgando del poste. Los funcionarios de las empresas públicas eliminaban todo el trabajo artesanal, se iban y a los pocos días estaba de vuelta.

Esta costumbre hace que las conexiones sean endebles y fáciles de manipular. Un incendio en algunas casas que están construidas básicamente con materiales inflamables es un escenario probable.

Preferirían culpar solamente a la comunidad, pero detrás de esta descarga gratuita de energía hay una comunidad empobrecida por tradición y por circunstancia que tal vez no podría tener acceso a servicios básicos. Pasan las décadas y el barrio sigue con la forma de una madeja, sin intervención del estado en pos de crear puesto de trabajo sostenible, con Pymes gestionadas estatalmente por ejemplo

Parece que la ciudad no tiene autoridad para juzgar un robo continuado que asegura el abastecimiento de fluido eléctrico. ¿Por qué no legalizar esas descargas con subsidios? Es la pregunta que se hacen varios líderes comunitarios que han atendido el caso:

“Durante 10 años hemos visto como varios comerciantes se las ingeniaban para tener un línea alterna de energía, que no registraba en el contador. La gente empezó a imitarlos y en algún momento hubo más de 10 electricistas improvisados trabajando el mismo tiempo. Lo que se puso de moda fue pagar mucho menos, dejando en la línea que marca en el contador solo unos pocos enchufes y todo lo demás conectado a la línea ilegal. ”

Se calcula que una de cada 3 madres del barrio es soltera y cría a sus hijos sin ayuda del padre. En ausencia de un plan de gobierno que preparé a los habitantes de Petecuy, desde la infancia, para hacer parte del aparato laboral no habrá capacidad moral para detener el robo. Uno que parece justificado, como un subsidio pedido a la fuerza por parte de una comunidad en banca rota.

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