En defensa de lo público y lo social

Por Luz Betty Jime… |

La ciudad como territorio en el que vivimos debe ser un lugar amable, sostenible ambiental y económicamente, seguro y equitativo; lo que se logra mediante la articulación de varios aspectos. Cali ha tenido un crecimiento desorganizado que ha girado en torno a intereses particulares de tipo económico empresarial y de índole electorero, generando múltiples problemas en el transporte, movilidad, servicios públicos, vivienda, salud, etc., que han sumido a la ciudad en un costoso endeudamiento y caos institucional.

Los últimos planes de desarrollo destacan al ser humano, a la persona, como el fin último de la función pública en el municipio y de ahí se desprenden una serie de políticas en todos los ámbitos de la vida municipal, que han dejado una ciudad en crisis y a sus habitantes angustiados con el desempleo e inseguridad generalizados.  

Un aspecto esencial de las ciudades es el espacio público porque es el lugar de encuentro de todas las personas sin distinciones sociales, étnicas, raciales, culturales. Sin   embargo éste es uno de los lunares de esta ciudad ya que los andenes, vías públicas, parques y demás sitios están ocupados haciendo difícil su goce y disfrute, tal como sucede con los andenes que además de ser angostos y con declives en muchos sectores se han convertido en trochas, amén de permanecer ocupados por los vendedores ambulantes que lejos de disminuir su número aumentan incesantemente en busca de nuevas oportunidades para sobrevivir con la venta de alimentos, ropa, útiles, etc., hecho este demostrativo de que no existe una verdadera política de empleo que les permita a los jóvenes y adultos conseguir un trabajo estable, con seguridad social y un salario digno que les garantice a estos y a sus familias atender por lo menos los gastos de la canasta básica familiar. En otros lugares de la ciudad los andenes son ocupados por vehículos que también utilizan algunas vías como zonas de parqueo, pagando unas monedas a los llamados cuidadores.

La solución a la ocupación de  los andenes y vías no se resuelve imponiendo la medida facilista de multas o cobros por utilizar esos espacios, porque en ambos casos subyace el desempleo como el origen de esta invasión. Aquel se debe atacar con políticas que generen un verdadero desarrollo económico en todos los sectores, lo que implica vincular trabajadores al incremento de la producción social.

El ocupar el espacio público se ha catalogado como una forma de “emprendimiento” según se desprende de los denominados “food trucks” o vehículos con comidas rápidas y más elaboradas, que diversos sectores vienen promocionando como alternativa al desempleo de los jóvenes “emprendedores”. Sin prever que por este camino en poco tiempo los parques, plazoletas y andenes estarán ocupados con estos negocios pues el derecho a la igualdad les garantiza a otros desempleados “emprendedores” ocupar cualquier lugar de la ciudad, sin que el gobierno municipal pueda ejercer mayor control y garantía de sus derechos sin discriminar  laboralmente a unos u otros “emprendedores”.  

En cuanto al mejoramiento de la malla vial corresponde prioritariamente a la administración su recuperación integral, lo cual no descarta las sugerencias de la comunidad al respecto, particularmente tratándose del centro, norte y oeste de la ciudad.

La solución a estos problemas demandan de la administración respuestas efectivas y no paliativos que aumentan los problemas, en tanto no se tratan las causas de los mismos como sucede con el transporte masivo MIO cuyas falencias no se corregirán con la anticipación del pico y placa desde las 6 A.M., sin que antes se hubieren mejorado las rutas, aumentado el número de articulados, padrones y alimentadores. Todo lo cual no justifica el alza del pasaje del MIO en momentos en que con el IVA se han aumentado los precios tanto de los productos básicos de la canasta familiar como de otros bienes y servicios, sin que con ello se mejore la calidad del servicio de transporte que se presta ni la atención oportuna al usuario. Con esta medida adicional solo se beneficiaran los operadores, en tanto que el sistema continuará en crisis auspiciada de alguna manera por METROCALI y la propia administración municipal que han sido renuentes en implementar una solución estructural que a la postre resultará menos costosa y riesgosa que la adoptada de entregar dineros del presupuesto, y cobrar peajes, tasa por congestión e incrementar el valor del pasaje.

Los caleños deben hacerse partícipes en la solución de estos problemas porque tienen que ver con la paz con justicia social. Lo contrario es continuar con la discriminación, la exclusión de las clases medias y sectores populares que cada día sentirán más disminuidos sus derechos humanos de los que tanto se ufanan los ideólogos liberales que apoyan el sistema político y económico de la actual sociedad.

Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social

El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social

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