Mamá Choco

Por Andrés Belalcázar |

Chocó es una de la regiones con mayor riqueza natural e hidráulica en el mundo, de ahí viene nuestro personaje: Paulina, una mujer fértil como su tierra, madre de 26 hijos, partera y artista. Una persona con una alegría y amor por la vida sorprendentes. Un día un bombardeo la obliga a dejar su casa y su tierra, junto con su familia y miles de desplazados camina durante meses hasta que llegan a Cali. Abandonados a su suerte no tienen otra opción que hacinarse en una casa de madera, plástico y tierra. Con cantos, Paulina evoca su pueblo y nos lleva en un viaje imaginario a una hermosa región, desolada por la guerra y a donde nunca podrá regresar.

Entrevista a Diana Kuella por Alfredo Garcia

¿Cómo surge la realización de este bellísimo documental que nos cuenta la historia de Paulina, una mujer que dió a luz 26 hijos y que a pesar de haber sido desplazada de su natal Choco nos transmite su canto, su alegría y su esperanza?

A Paulina la conocí en el rodaje de un largometraje de ficción Perro come Perro, yo era la primera asistente del director y estaban un poquito a mi cargo algunos actores, resulta que necesitábamos una brujita para que hiciera el personaje de manera natural porque las actrices como que sobreactuaban ese papel.

Me enteré que en Cali había un grupo de gente que hacía teatro de mujeres desplazadas como medio de exorcismo digamos, para su condición, y era el Teatro La Mascara. Y ahí estaba Paulina junto con otras mujeres también desplazadas del Choco y otras regiones de Colombia. Hicimos casting con ellas y Paulina nos enamoró porque era muy viva y nos cantaba todo el tiempo.

Así la conocí y poco a poco fui enterándome de su historia, nos volvimos muy cercanas por que yo tenía que estar pendiente todo el tiempo de sus movimientos para el rodaje posterior.

Un día cuando terminó la película fui a llevarle unas fotos del rodaje y conocí su casa, allí me dí cuenta de las condiciones en que vivía, porque ella siempre hablaba del Choco, del Choco, nunca pensé que viviera tan mal.

Y me dije, “esta historia hay que contarla”, y lo primero que hice fue conocer el lugar.

El Choco es una región muy linda, muy rica naturalmente y la gente también muy linda, y entonces un poco como que se me juntaron los sentimientos, un poco por el Choco y un poco por Paulina.

Así más o menos a groso modo surgió la idea de realizar el documental.

¿Creés que Paulina es una síntesis de la mujer colombiana que no baja los brazos y sigue adelante a pesar de que la violencia es una eterna compañía para el pueblo de Colombia desde el bogotazo de 1948 a nuestros días?

Sí, sabes que sí, de alguna manera Paulina refleja esa forma de ser de la mujer colombiana que por circunstancias, por situaciones de política de guerra, resulta que ahora se han vuelto como las que están tirando para adelante a las familias, las que están liderando proyectos de resistencia ante la guerra, de ciertas situaciones sociales.

Desafortunadamente aquí, con nuestra situación de conflicto las cabezas de los hogares son mujeres por que los hombres están peleando, los han matado, se han ido, entonces las mujeres han adquirido como una fortaleza muy particular. Eso se refleja en varios niveles y estamentos en Colombia, esa fuerza se ve en Paulina que es una mujer que a pesar de todo no se victimiza sino que hace propuestas. Propuestas para llevar adelante, para mejorar.

Y así lo hace la mujer campesina, la mujer afro; las indígenas todas están liderando muchas cosas con ese sentido y con ese carácter y esa fortaleza que es muy particular.

Creo que Paulina refleja mucha la personalidad de la mujer colombiana.

En Choco te encontraste con la extrema pobreza de la gente, con historias de violencia pero la gente conserva su alegría a pesar de todo.

¿Cuál es el motivo para que ello ocurra?

Yo creo que el Choco es una región del país que está olvidada y descuidada por el Estado.

Además es una región muy rica, y eso se ve precisamente en el documental, y es que a ellos no les falta nada. Ellos tienen el Río donde pueden pescar, tienen el mar, pueden tener animales, sus cultivos.

Precisamente por ser una región tan rica es que se ha vuelto como una zona de conflicto porque hay muchos intereses ahí. Hay megaproyectos, explotación de minas de minerales muy importantes que hay en esa región.

También está ubicada en un punto muy estratégico entre el Atlántico y el Pacífico que es como un corredor bastante interesante para las armas y las drogas.
Hay un montón de factores que influyen en que Choco sea una región tan desolada por la guerra, pero lo que yo pienso en realidad es que esta muy descuidada y olvidada por el Estado.

Y la gente es alegre allí, creo que de alguna manera por naturaleza. La mayoría son afro, también hay población indígena importante en la zona. Gente que en la medida que puede, tiene cierta tranquilidad en estar en contacto con la naturaleza.

Creo que su condición humana misma es así: ser alegre, ser artista, cantar pero al mismo tiempo esta situación es un foco de violencia muy grande aquí.

¿Cómo fue el proceso de preproducción para lograr esa entrega tan absoluta de Paulina y todo su entorno?

Ese proceso en realidad fue nuestra amistad, que se gestó durante el rodaje de la película, y que siempre estaba rodeada de su esposo el turco, sus hijos y sus nietos.

Entonces nos fuimos haciendo amigas y empecé a visitarla mucho tiempo en su casa; eso generó que existiera esa confianza mutua que hizo que ella se relajara tanto conmigo y definitivamente ella se decidiera a contar su historia; pues era importante que la misma se conociera.

Le hice un acompañamiento, la conocí en el 2006 y el documental termina de rodarse en el final del 2008, lo que logré lo hice con el tiempo también de estar en contacto con ella. Fue más que nada todo eso, periodísticamente la iba grabando y entonces ello me permitió mostrar una evolución de ella y de su historia.

No quiero contar el final del documental, pero luego que Paulina no está me toca también recurrir a ciertos elementos como para completar la historia que no pude grabar, como hacer algunas cosas con el pintor amigo de Paulina, algunas cosas con el turco su esposo.

Realmente ese es como fue mi trabajo, la investigación en la preproducción conjuntamente con la realización y con la amistad.
Lo cual es muy diferente a otro tipo de realización.

Es un placer escuchar la música de la película, ha ganado varios premios.

Si, la música ha ganado el premio al mejor musical en el Atlántico un festival de Uruguay.

Y este año hemos ganado el premio al mejor documental en un festival sobre cineastas aquí en Colombia.

La música en realidad es Paulina, porque culturalmente ellos son muy musicales, todo el tiempo ellos cantan.

Paulina si bien hablaba muy bien, se expresaba mejor cantando.

Es como aprovechar eso de manera natural y ellos lo hacían, además hay un caleño Joaquín Lorca que complementa y arma esa parte musical de la película aprovechando los sonidos del Pacifico y de los afros.

Formás parte de la organización de mujeres colombianas por la paz.

¿Qué actividad están realizando?

Yo en realidad no formo parte de ese organismo directamente, he trabajado con la ruta del Pacifico de mujeres que tiene como el mismo objetivo y con quienes arranqué con el primer documental por el cual fui a el Choco.

En realidad son organismos que trabajan primero para visibilizar la situación de la mujer en Colombia y segundo unir fuerzas, ideas, iniciativas de paz y proyectos de vida.

Entonces un poco así enfocado, y decirles a cada mujer de cada rincón de Colombia que no están solas.

Hay una red de mujeres que estamos pendientes de ustedes y que las vamos a ayudar a salir adelante y que sus proyectos también salgan adelante.
Esta es básicamente la función de estos organismos que están centrados en la mujer y la situación de la misma aquí en Colombia.

¿Estás trabajando algún proyecto?

Ahora mismo estoy trabajando en un proyecto que se llama Marimbula, que también es sobre afro.

Es de un pueblo cerca de Cartagena en el caribe colombiano que tiene una cultura, lengua y música de hace 400 años del África y que ellos la conservan. Por eso ahora es patrimonio oral y cultural de la humanidad.

Es la historia de unos chicos que quieren hacer realidad sus sueños, que son los mismos sueños del fundador del pueblo Benkos Bioho que es volver a África.
Obviamente hace 400 años Benkos no pudo ir a África por varios motivos, pero se volvió como un sueño colectivo.

Además hay una creencia que dice que: Benkos nunca muere, se reencarna en cada generación, para mi todos estos chicos tienen el espíritu de Benkos Bioho, y la idea es que queremos ir al África con ellos y llevarlos.

Es un documental como muy alegre porque es con adolescentes, mucha música, boxeo.

La idea es poder mostrar el primer pueblo libre de America a través de estos niños.
 

Búsqueda personalizada

Caliescribe edición especial