Mariana Pajón, una flor nacional que embellece al mundo

Por Felipe Quinter… |

*Redacción

Con 24 años de edad, la antioqueña Mariana Pajón Londoño ya lo ganó todo en su carrera deportiva. Títulos y medallas de oro en Bolivarianos, Suramericanos, Centroamericanos, Panamericanos, Copas Mundo, Mundiales y Olímpicos, reposan en el palmarés de la colombiana: la reina de las pistas en el BMX.

Esta talentosa bicicrosista nació en Medellín el 10 de octubre de 1991, en un hogar en el que el deporte siempre estuvo presente: su padre, Carlos Mario, fue automovilista; su hermano mayor, Miguel, también practicó en la categoría de los karts, y Daniel, el menor de la familia, le sigue los pasos a Mariana.

Esta mujer comenzó a montar en bicicleta desde los 3 años y sus primeros entrenamientos en pista los hizo al lado de niños, con los que competía desde los 4 años y a quienes hacía llorar, por la vergüenza de saber que perdían cada válida frente a una niña.

Estas competencias al lado de los niños la hizo progresar notablemente, pero los riesgos que implicaban este deporte extremo a su temprana edad, creó cierta oposición por parte de algunos miembros de su familia, que vieron como Mariana sufría su primera lesión en su carrera al fracturarse su clavícula a los 5 años de edad.

Su madre, Claudia Londoño, intentó persuadirla por otros deportes menos peligrosos como la Gimnasia Artística o la Equitación, pero Mariana siguió en su empeño por la bicicleta y a los 9 años los convenció de que esto era lo suyo cuando conquistó en Argentina su primer título mundial, en una competencia en la que fue la única mujer.

Pajón terminaría la primaria en el colegio La Enseñanza de Medellín y una vez finalizó el quinto año viajó a Estados Unidos para estudiar inglés y correr con el equipo Dancing Competition, lo que la maduró más en su vida personal y deportiva.

Primera hazaña

Tras varias figuraciones en los Estados Unidos y en Latinoamérica, el 1 de junio de 2008, Mariana conquistó el Campeonato Mundial de BMX de la UCI 2008, llevado a cabo en China, en la categoría Junior Cruiser femenina y en las pistas internacionales se ganó el apelativo de la hormiga atómica por su manera tan particular de correr.

La deportista antioqueña fue invitada posteriormente al campamento de jóvenes en el marco de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y allí vio los Juegos desde las tribunas y en ocasiones bajaba al camerino del equipo colombiano a colaborarle a sus compañeros, pero no pudo competir porque no tenía la edad reglamentaria.

En el 2009, Pajón siguió demostrando su talento en el bicicrós, conquistando dos campeonatos Panamericanos y dos Mundiales en Australia en la categoría Junior Cruiser Femenina.

 Pero el 1 de agosto de 2010, Mariana logró uno de sus sueños, coronándose campeona en el campeonato mundial en la categoría Élite Cruiser Femenina, al imponerse en la carrera definitiva a grandes rivales internacionales en la pista de Sudáfrica.

 Posteriormente, Mariana volvió a ser campeona mundial de BMX en la categoría élite femenina, el 30 de julio de 2011, en el Campeonato Mundial de BMX celebrado en el Hekla Park de Copenhague, Dinamarca, algo que repetiría hasta completar, sumando desde el primero ganado en 2000, un total de 14 coronas orbitales, incluyendo en 2013 la de contrarreloj individual, la única modalidad que le hacía falta por ganar, para poder decir que lo ha ganado todo.

 Y todas sus coronas mundiales desencadenaron en el sueño olímpico, en los Juegos de Londres 2012, donde sorprendió en su debut y se subió a lo más alto del podio para la alegría de millones de colombianos.

El 10 de agosto de 2012, Mariana obtuvo la medalla de oro en la final de BMX femenino en los Juegos Olímpicos con un registro de 37.706 segundos, convirtiéndose así en la segunda deportista en obtener dicho galardón en la historia del deporte colombiano, al lado de la pesista María Isabel Urrutia.

 La presea dorada de Mariana sirvió también para que la participación del país en los Olímpicos de 2012 se consolidara como la mejor de toda la historia nacional y por haber sido medallista en Londres 2012, el Gobierno colombiano la condecoró con la Cruz de Boyacá.

 Y con los Olímpicos no pararon los logros de la antioqueña, que en los dos últimos años, durante 2013 y 2014, ganó casi en todo en lo que compitió, con primeros puestos en Copas del Mundo y con la línea dorada en el Ciclo Olímpico que concluye en Río de Janeiro en 2016, pues ha ganado el oro en los Bolivarianos de Perú 2013, los Suramericanos de Chile 2014 y los Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014.

 

Mariana Pajón, una grandeza de mujer

 El 10 de octubre de 2015, día en el que cumplió 24 años, y con la presencia de toda la dirigencia nacional, se inauguró la pista la BMX en Medellín. Ocho metros de altura y trece de ancho tiene el partidor que se desenrolla en 26 metros de bajada y dan comienzo a los 420 metros de la totalidad de la pista. Luego de más de 20 años, cuando Melgar fue sede de un mundial de BMX, la capital antioqueña fue la elegida para recibir la última carrera antes de las competencias de Río 2016.

Si las cifras hablan de sus victorias como deportista, sus acciones por los colombianos demuestran la grandeza de mujer que es. Gracias a sus victorias, y las de los demás guerreros del país, se construyó en una pista de BMX en Timbío, Cauca. Una zona que a principios de este siglo tuvo la desgracia de vivir uno de los episodios más atroces, una matanza que tiñó de rojo por varias semanas las mágicas montañas de El Naya. Hoy, estas mismas colinas ven las sonrisas de los niños que ahora saltan en dos ruedas.

Además, con la ayuda de su fundación Pedaleando por un sueño, en el 2015 les dio a seis mil personas una Navidad y un Año Nuevo sin hambre ni sed y las campañas por ayudar a las comunidades Wayuu son constantes en sus redes sociales.

 Si de los grandes personajes de la historia hay que aprender de su vida y de su obra, de Gabriel García Márquez, por ejemplo, hay que memorizar que, aun siendo colombianos, tenemos derecho a ser los mejores del mundo. Mariana Pajón no nos enseñó a ganar. Ella nos metió en la cabeza algo más difícil: nos acostumbró a ganar, porque ella nunca se ha acostumbrado.

 Ahora su reto está enfocado en revalidar su título en los próximos Juegos Olímpicos Río 2016. Quiere volver estar en lo más alto del podio para entonar el himno nacional y ver ondear el tricolor, en tierras cariocas.

*Fuente: Comité Olímpico Colombiano

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