Segundo mal: “siete ríos contaminados con vertimientos”

Por Oscar López Noguera |

Reporte especial

Los siete males de los Siete Ríos de Cali

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En la contaminación con vertimientos se conjugan varios factores que afectan a todas las cuencas hidrográficas. De acuerdo con el Ingeniero Roberto Pomar de EMCALI: “A  los ríos de la ciudad  llegan vertimientos que son traídos por sus  tributarios,  por ejemplo, fungicidas. Todo esto llega a las aguas    y las   impacta negativamente. En algunos afluentes  también puede haber malos manejos de industrias que vierten residuos.  Otro es el tema de las minas ilícitas que generan vertimientos artificiales”.

Los diagnósticos en cuanto a contaminación son de cuidados intensivos: Mientras que El  Río Cauca recibe  en su paso por  la capital del Valle,  el cincuenta por  ciento de su contaminación, con más de mil litros por segundo, de aguas residuales,   El río Aguacatal  recibe los  vertimientos de la quebrada más contaminada de la ciudad,  conocida como Chocho.

La presencia de vertimientos producto de la explotación carbonífera en  el corregimiento de Montebello, que se ha  incrementado en los últimos meses,  es letal. Los cambios de tonalidades entre las que llegan del Chocho hasta el Meléndez son evidentes. Kilómetros más bajo de la asimilación de sus aguas, el río toma esa misma tonalidad amarillenta, hasta desembocar al Río Cali en un extremo del barrio Normandía.

La proliferación de minería ilegal, con vertimientos de los materiales que se utilizan, tanto en minas de carbón, como de oro, son una problemática que ha generado, que en los últimos años, que  la calidad de las aguas disminuya. Por ejemplo  en el Rio Lili, la  Explotación minera,  se puede observar con  bocaminas a pocos metros de su lecho, sin que  se adelanten  controles al respecto.

De otra parte, el Río Meléndez, en su  recorrido  resulta afectado por explotaciones carboníferas que  contaminan manantiales con la caparrosa, causando el  desmonte que incide en los terrenos. El mismo río, en la última semana, en el Corregimiento de la Buitrera, en un sector conocido como la Choclona,  fue invadido en una de sus entornos por cerca de 700 personas. Es decir, estos se suma a los  múltiples   vertimientos de  conexiones erradas, que afectan a esta cuenca hídrica.

Una situación similar ocurre con  el  río Cañaveralejo,   afectado por la proliferación de viviendas subnormales en su recorrido y que,  recibe   la contaminación difusa de viviendas no cuenta con sistemas de alcantarillado. El momento más crítico para este río es cuando  recibe la quebrada Guarrús, que  trae en sus corrientes, todos los desechos y basuras de barrios como el Belisario Caicedo.

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