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Reporte especial
Los siete males de los Siete Ríos de Cali
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En la contaminación con vertimientos se conjugan varios factores que afectan a todas las cuencas hidrográficas. De acuerdo con el Ingeniero Roberto Pomar de EMCALI: “A los ríos de la ciudad llegan vertimientos que son traídos por sus tributarios, por ejemplo, fungicidas. Todo esto llega a las aguas y las impacta negativamente. En algunos afluentes también puede haber malos manejos de industrias que vierten residuos. Otro es el tema de las minas ilícitas que generan vertimientos artificiales”.
Los diagnósticos en cuanto a contaminación son de cuidados intensivos: Mientras que El Río Cauca recibe en su paso por la capital del Valle, el cincuenta por ciento de su contaminación, con más de mil litros por segundo, de aguas residuales, El río Aguacatal recibe los vertimientos de la quebrada más contaminada de la ciudad, conocida como Chocho.
La presencia de vertimientos producto de la explotación carbonífera en el corregimiento de Montebello, que se ha incrementado en los últimos meses, es letal. Los cambios de tonalidades entre las que llegan del Chocho hasta el Meléndez son evidentes. Kilómetros más bajo de la asimilación de sus aguas, el río toma esa misma tonalidad amarillenta, hasta desembocar al Río Cali en un extremo del barrio Normandía.
La proliferación de minería ilegal, con vertimientos de los materiales que se utilizan, tanto en minas de carbón, como de oro, son una problemática que ha generado, que en los últimos años, que la calidad de las aguas disminuya. Por ejemplo en el Rio Lili, la Explotación minera, se puede observar con bocaminas a pocos metros de su lecho, sin que se adelanten controles al respecto.
De otra parte, el Río Meléndez, en su recorrido resulta afectado por explotaciones carboníferas que contaminan manantiales con la caparrosa, causando el desmonte que incide en los terrenos. El mismo río, en la última semana, en el Corregimiento de la Buitrera, en un sector conocido como la Choclona, fue invadido en una de sus entornos por cerca de 700 personas. Es decir, estos se suma a los múltiples vertimientos de conexiones erradas, que afectan a esta cuenca hídrica.
Una situación similar ocurre con el río Cañaveralejo, afectado por la proliferación de viviendas subnormales en su recorrido y que, recibe la contaminación difusa de viviendas no cuenta con sistemas de alcantarillado. El momento más crítico para este río es cuando recibe la quebrada Guarrús, que trae en sus corrientes, todos los desechos y basuras de barrios como el Belisario Caicedo.
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