Aprender a pensar en la universidad

Por Juanita Cataño |

Libre, y para mí sagrado, es el derecho de pensar... La educación es fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos.           

Benito Juárez

La educación pública o privada ha pasado por varios trances económicos y de calidad, con el paso del tiempo se ha podido examinar cómo se ha dado la degradación y desestimulación.

Primero por instituciones apoyadas por el Gobierno Nacional que en vez de promover la educación superior profesional, ha concentrado sus esfuerzos en impulsar los estudios técnicos y tecnológicos. 

Segundo por la misma mediocridad a la que llevan las universidades al estudiante. En muchas ocasiones son muy limitadas en los métodos de aprendizaje y no tienen claro el papel que debe jugar el Alma Mater como fuente de conocimiento. 

Las universidades deben direccionar su objetivo a la formación de alumnos capaces de construir sus propios conocimientos, y no sólo de reproducir de manera ciega los conocimientos que sus profesores les trasmiten. Esta institución debe ser capaz de  dotar a sus estudiantes de opinión crítica y constructiva, seres capaces de conocer y resolver los problemas, para así adaptarse a la celeridad de los cambios que los tiempos modernos nos traen.

Leer para aprender 

El aprendizaje a partir de los textos no es fundamental ya que admite diversos grados que pueden ir desde un nivel de aprendizaje más superficial implicado en la mera reproducción de su contenido hasta el nivel más profundo, necesario para que la información adquirida pueda ser usada productivamente en la realización de inferencias y en la solución de nuevos problemas.

La lectura es una actividad premeditada y estratégica. Los estudiantes determinan la forma de abordarla, cuando un alumno se pone a leer y estudiar un texto, lo hace con un propósito, con una idea de lo que tiene que saber y aprender del texto y de lo que tiene que hacer para conseguirlo.

Pero la universidad y los profesores no solo son los culpables, aunque si los más responsables; el hecho de no proyectar alumnos con enfoque profundo, que vean en la lectura más que un deber un hábito.  

La toma de apuntes es la actividad a la que dedican más tiempo la mayoría de estudiantes universitarios, más que leer y estudiar y mucho más que participar en clase, realizar monografías o preparar exámenes.

Entre los diferentes alumnos están los que toman apuntes y los que no, hay que saber diferenciar en pro de que se hacen pues algunos los consideran como una memoria externa con tendencia a ser exhaustivos y literales en su anotación, pero hay quienes consideran sus notas como un reflejo de su propia comprensión, suelen ser más selectivos e incluso van más allá de lo que dice literalmente el profesor.

Ideas críticas y constructivas 

El pensamiento crítico comprende el desarrollo de un conjunto de habilidades que incluyen el pensamiento independiente y libre de sesgos y prejuicios. La actitud crítica frente al conocimiento en espera de que se den suficientes razones para apoyarlo y la capacidad para evaluar y sopesar la importancia de los datos y de las evidencias para emitir juicios razonados y tomar decisiones consecuente, de esta forma surgen las soluciones. 

Por ejemplo, aquel que piensa críticamente tiene un propósito claro. Cuestiona la información, las conclusiones y los puntos de vista. Se empeña en ser claro, exacto, preciso y relevante. Busca profundizar con lógica e imparcialidad.

Formular preguntas vitales, con claridad y precisión, acumular y evaluar información relevante, sacar conclusiones y crear soluciones probándolas con criterios y estándares relevantes.

La comunidad universitaria además de preocuparse por la academia, debe soñar, pensar y hacer ciudad; pues en algún momento tendremos que salir de la academia, encontrarnos con la realidad y en ese momento tendremos otras cosas más importantes por las cuales preocuparnos, por ejemplo por poder pagar el precio de vivir, que cada vez es más caro.

La universidad nos proporciona más tiempo, por eso la invitación es a no solo preocuparnos por los parciales, o los trabajos, sino que estos hagan parte de una construcción de ideas y proyectos para el desarrollo de nuestra ciudad.

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