Acreditación Universitaria, más negocio que calidad…

Por Tatiana González |

Acreditación Universitaria, más negocio que calidad…

Me atrevo a desprender su origen del tan famoso, escuchado y refutado estudio que realizó  Abraham Flexner. En esa investigación Flexner indagó 155 escuelas de Medicina, las cuales atacó frontalmente, diciendo “son un fiasco, una vergüenza para el Estado cuyas leyes permiten su existencia… indescriptiblemente… la llaga de la Nación”. Flexner en su estudio encontró que sólo 17 escuelas de las 155 estudiadas cumplían con las normas y requisitos de base necesaria para una buena calidad y contenido de la enseñanza. Las no calificadas se cerraron y empezó a trabajar en pro de mejorar la calidad de la Educación en la medicina.

¿Qué es la Acreditación?

Según el Art. 1 del Decreto 2904 de 1994 es “el acto por el cual el Estado adopta y hace público el reconocimiento que los pares académicos hacen de la comprobación que efectúa una institución sobre la calidad de sus programas académicos, su organización y funcionamiento, y el cumplimiento de su función social”.  La acreditación es un instrumento para el mejoramiento de la calidad de la educación superior.

¿Qué proceso debe realizarse para acreditar un programa o institución?

El proceso de acreditación se inicia con: La autoevaluación implica que cada universidad o institución educativa, parta de la definición de la misión y el proyecto educativo que serán “adoptados” por el Consejo Nacional de Acreditación (CNA). La evaluación externa que es realizada por pares académicos (profesionales de alta gama en condición de aplicar los criterios, instrumentos y procedimientos adoptados por el CNA).

En la evaluación se analizan los documentos de auto evaluación y evaluación externa, el CNA realiza la verificación de la información y procederá si fuese el caso, a reconocer la calidad del programa y/o de la institución, o a formular las recomendaciones que juzgue pertinentes. Si, el resultado de la acreditación es positivo, el Estado expedirá el acto de acreditación.

En caso de que algún programa o institución no sea declarada acreditada, podrá volver a solicitar este proceso una vez haya transcurrido un lapso de 2  años.

¿Calidad o Negocio?

En Colombia existen según las estadísticas realizadas por el Observatorio de la Universidad Colombiana, 831 programas de Instituciones de Educación Superior que han sido acreditadas. De los cuales 702 son de Universidades, 80 de Instituciones Universitarias, 40 Instituciones tecnológicas y 9 Institutos Técnicos.

Todas estas instituciones deben realizar una inversión con el objetivo de mejorar la infraestructura, capacitación y formación de los docentes. Además de pagarle a las agencias acreditadoras, las cuales hacen el trabajo de asesorar y preparar la comunidad universitaria, en un tiempo de 4 a 8 meses. Esto permite a las entidades educativas alcanzar los estándares requeridos por el CNA.

Una de las mayores inquietudes que pone en tela de juicio el sistema de acreditación, es que sea la misma institución quien contrate y deba pagar a la entidad que va a evaluar su calidad, la cual en ocasiones a mi parecer no corresponde a la realidad.

En mi concepto, la acreditación es un negocio. El cual es utilizado para aumentar la cobertura en matriculas y número de estudiantes que ingresan. La acreditación es un proceso de lleno de intereses ocultos, pero si bien es cierto, sin acreditación no hay prestigio y eso a la hora de la verdad cuenta mucho.

Aunque la acreditación permite que las instituciones educativas cumplan con ciertos aspectos, esto no garantiza que se cumplan y se pongan en practica; es decir, que los programas o instituciones pueden ser certificados y contar con docentes de alta gama, que han realizado estudios de posgrados, maestrías y doctorados en las mejores universidades, pero eso no significa que hagan verdadero y buen uso de sus conocimientos o que brinden las herramientas pertinentes para una eficaz compresión. Los estudios superiores no garantizan que los profesores hagan uso oportuno de las instalaciones como laboratorios y espacios especializados en los cuales los estudiantes puedan poner en práctica los conocimientos obtenidos en el aula de clase.

La acreditación no es más que un modelo de evaluación basado en procesos que responden solo a  condiciones que formalizan e indican el nivel de aceptabilidad de un programa académico, que responde a ciertas características, niveles, visión, misión, entre otros; sin tener en cuenta los logros y resultados en el estudiantado.

Por ello, a mi parecer la acreditación cumple la misma labor que el sistema de registro calificado, que esel reconocimiento que hace el Ministerio de Educación certificando que una institución cumple con ciertas normas mínimas de calidad que le permiten ofertar un programa educativo, pero sin tener en cuenta que ninguno se centra en evaluaciones de los egresados, su nivel real de aprendizaje y cómo éste influye en la sociedad. La acreditación y el registro calificado cuentan con mínimas diferencias. Primero que todo, la acreditación es voluntaria  y en caso de no ser otorgada la certificación no conlleva a una sanción. Segundo, la intensidad de verificación no tiene límite de tiempo alguno y es totalmente confidencial, entre otras.

Indudablemente la acreditación de programas e instituciones para la calidad de la educación superior ha sido importante, ya que debido a la estafa en cuanto a la solidez legal de ciertas carreras, en las que se han creado escuelas de garaje, ésta se establece como referente en el cuál deben encajar las instituciones educativas, frenando la proliferación y creación de programas e instituciones sin control, ni regulación estatal, que incurren al bajo nivel académico y profesional.

Se supone que se acredita una universidad, a fin de brindarle por medio de la evaluación conocerse y reconocerse, encontrar sus debilidades y fortalezas, planificar y desarrollar planes de mejora bajo la inspección de entes reguladores, quienes dan fe pública en el cumplimiento de misión, objetivos y perfiles de egresos, para así garantizar a los estudiantes encontrarse con una mayor probabilidad de inserción en el mercado laboral. Pero ¿Qué tipo de mecanismos utilizan para saber que el egresado efectivamente captó y almacenó todo lo enseñado? y peor aún ¿Cómo verifican que hay un real impacto en el medio y en el ejercicio laboral?

Es por ello que insisto en que más que calidad es un negocio, en el cual la institución o programa por ser públicamente calificado(a), incrementa el ingreso de nuevos estudiantes. Porque al fin y al cabo el prestigio pesa y gana el ente regulador, quien a cambio de su evaluación y trabajo recibe su paga, y que a propósito en mi juzgar son demasiadas acreditaciones distintas para una institución, debería haber procesos integrales para hacer varias de esas acreditaciones de una, pero bueno así no resultaría rentable…

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