

Por Benjamín Barney Caldas
Arquitecto de la Universidad de los Andes con maestría en historia de la Universidad del Valle y especializaciones en la San Buenaventura. Ha sido docente en los Andes y en su Taller Internacional de Cartagena; en Cali en Univalle, la San Buenaventura y la Javeriana, en Armenia en La Gran Colombia, en el ISAD en Chihuahua, y continua siéndolo en la Escuela de arquitectura y diseño, Isthmus, en Panamá. Miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali y la Fundación Salmona. Escribe en El País desde 1998, y en Caliescribe.com desde 2011
El hundimiento de la Calle 5º entre la Calle 4ª y la 10ª, propuesto hace años ya es un propósito para el Plan de Desarrollo 2020-2023, según informa Jorge Gamboa Presidente de la Fundación de vecinos de San Antonio, FUNVESAN. Permitiría unir peatonalmente a San Antonio con el Centro de la ciudad ayudando a conformar aun más una ciudad dentro de la ciudad, pues este ya lo es, y ojalá a base de supermanzanas, y al tiempo lograr que la centralidad de esta ciudad dentro de la ciudad sea prioritariamente peatonal. Como se ha dicho en esta columna, es de esperar que no sea otro oscuro y encerrado subterráneo sino que quede a cielo abierto (Caliescribe.com,
14/03/2020).

“Deprimir la Cl. 5ª entre la Av. Colombia y la Cr. 10, es decir dejarla a nivel en este tramo, y pasar por encima, además de la Cr 4ª que ya lo está, la 5ª, la 6ª y la 9ª, como fue propuesto hace años en el Plan del Centro global, realizado por Oscar Mendoza y quien escribe, es un acierto […] y en los carriles paralelos que quedarían arriba se podrían ampliar los andenes y arborizarlos, y así la doble calzada abajo quedaría con luz y ventilación naturales, en lugar de taparla con un supuesto bulevar (no podría tener una vía central rodeada de grandes árboles que es lo que los caracteriza), además sería muy corto, atravesado por las calles mencionadas, y de ninguna parte a ninguna otra parte” (Caliescribe.com, 14/03/2020).
De la importancia de las ciudades dentro de la ciudad igualmente se ha hablado y el hecho es que “espontáneamente se han dado en muchas partes, y que en Colombia incluso fue una política urbana del Departamento Nacional de Planeación ya en 1974. Se trata de uno o más sectores urbanos, conformados por varios barrios, que se consolidan alrededor de varias centralidades que hay que estimular, y desde luego con periferias que las separan de otras ciudades dentro de la ciudad. Por ejemplo en Cali alrededor del, CAM, incluyendo el barrio Centenario, el Centro histórico de la ciudad, lo que queda, y a San Antonio y San Nicolás. Y lo de El Calvario bien podría ser otra.” (El País, Cali, 09/04/2020).

“La alternativa a estas ciudades innecesariamente extensas y caóticas es sin mayor duda generar varias ciudades dentro de la ciudad, entendidas como centralidades peatonales, y así poder recuperar el espacio urbano público para la gente, desestimulando el mal uso constante de toda clase de vehículos. Mas es indispensable contar con andenes apropiados, es decir amplios, llanos, libres de obstáculos y arborizados, y un buen sistema de transporte público multimodal e integrado que vincule dichas centralidades y no se vuelvan guetos, sumándose a los que ya existen. Es decir, que se trata de una propuesta política y no solo urbana, las que por lo demás siempre son políticas. (El País 09/05/2019).
Respecto a las supermanzanas “se trata de generar cuatro “cul-de-sac”, calles sin salida como se las llama aquí, pero convergentes y unidas en sus extremos, garantizando su continuidad espacial y la actividad peatonal propia de ellas […] un perfecto ejemplo del enorme partido que se puede sacar del espacio urbano público “cuando se sustrae al uso invasivo de los vehículos privados y se le busca una utilidad social”. Es recordar que “el espacio público debe ser la extensión de la vida privada” como dice Lluís Salvadó, de la Generalitat de Cataluña, pero no para su privatización, como abusivamente sucede en Cali, comenzando por los andenes, aquí por lo demás precarios en muchas calles o incluso inexistentes.” (El País, 13/02/20202).