
Por Ramiro Varela Marmolejo
Ingeniero Civil de Univalle, MBA U. V., Director de Caliescribe, constructor, Ex -Congresista y Ex Concejal de Cali.

Indudablemente que la sociedad civil colombiana se movilizó, unas 200.000 personas es grande, contra todo lo que signifique política ( Presidente, gobierno y congreso ) , no en el volumen de otras épocas que llegaron a los 2 millones en todo el país. Chile superó también los 2 millones de manifestantes y el solo Santiago estuvo cercano al millón de ciudadanos en la protesta. El nerviosismo del gobierno, lo hizo notorio, marcha pacifica que derivó en un vandalismo de grupos delincuenciales organizados que se dedicaron a saquear y ciudadanos con niños a robar.
La reacción social fue grande y es hora de la rectificacion del modelo social (desigualdad, inequidad, desempleo e informalidad), etc, obliga a revisar el modelo económico o social, porque el enfrentamiento gigante, puede seguir y la oposición lo considera la fase 1.
La marcha como un inconformismo social de todos los niveles económicos y la segunda ( vandalismo ) , en un componente delincuencial de bandas organizadas, que hasta pagaron $50 mil , a desempleados, informales para el saqueo, lo que originó en Cali el 21 de noviembre ,en Bogotá el 22 y otras ciudades, una ola de pillaje que derivó en toques de queda
Marcha contra el establecimiento
Entender que la mayoría de marchantes pacíficos, protestaron contra el establecimiento representado en el gobierno, el congreso, la justicia, los empresarios, los gremios, etc , asestando un duro golpe de opinión contra todas las tendencias ideológicas de derecha y de izquierda, que han administrado el país, las gobernaciones y las alcaldías en los últimos años, especialmente Bogotá y Cali como epicentros de toda esta reacción ciudadana.
Es innegable que la desigualdad y la inequidad sigue marcando niveles muy altos, mientras los sectores económicos liderados por los conglomerados, se hacen a todos los negocios privados y públicos, generando mayor distancia con el ciudadano común y corriente.

La corrupción de 8 años
Especialmente en el gobierno nacional anterior (presidente Santos), extendida a la mayoría de las gobernaciones y las alcaldías, e inclusive a este gobierno por extensión al llevar 15 meses, sin un ataque fuerte a este flagelo del presupuesto publico.
Y en estos añoso , los cinturones de pobreza y miseria crecieron, sin que hubiera respuesta suficiente del estado, la clase media más empobrecida, sin sectores empresariales, gremiales y de medios de comunicación, para reorientar el rumbo del país.
No hay una adecuada justicia
La justicia para el ciudadano común y corriente, no tiene solución y notan ellos, que a los grandes empresarios no les pasa nada, ante el poder jurídico y económico de sus abogados. Esto origina un gran descontento social, que obliga a un cambio sustancial ( Casos de Odrebecht, Hidrituango ) , etc.
Estudiantes exigen futuro…
La desatención a los jóvenes es evidente, quienes ven muy lejano el ascensor social, en la medida en que la calidad educativa no da respuesta para poder competir en igualdad de condiciones. Un joven de estrato 1 y 2, no tiene en términos generales oportunidades y el estrato 3 y 4 le toca muy duro para poder crecer profesional y económicamente, pues ni está preparado, ni tienen los contactos para lograrlo. Los jóvenes y los estudiantes no encuentran respuestas por parte del establecimiento, pues solamente ven que el progreso está en el lado de una élite económica

Ciudadanos pobres y en la miseria, quieren mejor respuesta
El gobierno anterior se gastó 8 años en un proceso de paz, para superar un problema de 20.000 guerrilleros, con muchos beneficios, mientras los 10 millones de ciudadanos pobres y en la miseria no han tenido suficiente respuesta, y el manejo que se hace es el de gobiernos tecnócraticos, que miden solamente niveles de crecimiento económico, pero la justicia social se aleja cada día más.
No hay respuesta en la educación y en la salud, ni en el régimen político que es corrupto y excluyente, solamente es observar el promedio de la abstención electoral del 50% o más por ciento según la ciudad de Cali, por ello la crisis de gobernabilidad con un gabinete sin jerarquía política, sin unir a los colombianos a través de políticas y programas o en el Congreso de la República, hizo construir la movilidad social en su contra.
La realidad política del país: Dividido
Un gobierno que había ganado el plebiscito, con un país dividido, gana las elecciones pero sin mayorías en el Congreso, ha debido arrancar convocando un consenso nacional, alrededor de su programa de gobierno. No lo hizo y le ha salido esta protesta social , más lo vandálica de los sectores deprimidos que lo ha dejado a él, sin peso político.
Hay que decirlo con claridad, y se mide en las encuestas, el descontento generalizado de la ciudadanía y de movimientos sociales existe, no se sienten representados por los partidos políticos, ni por el mismo gobierno, ni por las instituciones, hay un cuestionamiento institucional y se ha perdido la credibilidad. Es la única manera que uno puede entender los centenares de casos en Bogotá y Cali, donde la turba, los vándalos (delincuentes) organizados y la comunidad, hizo del saqueo y del robo una solución.

Es el momento de la oportunidad, avanzar más de ese conversatorio social que quiere montar a lo largo y lo ancho del país, para rectificar el modelo político, económico y social
Entender que el problema de Colombia, es el mismo de sudamerica, latinoamerica, tanto de izquierda como de derecha, que hay una crisis de representatividad de su sociedad, que crece el conflicto social.
Es hora de la rectificación y estamos en manos del jefe del estado Iván Duque quien de ser generoso y realista en la convocatoria, puede conducir con gobernabilidad el futuro del país.