Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.

El lunes 8 de marzo se celebrará una fecha más del día universal de la Mujer con índices preocupantes en materia de desempleo, discriminación, violencia y exclusión por razones de género a cientos de miles de mujeres que carecen en la práctica de derechos en igualdad de condiciones con los hombres.
En este sentido muy poco ha significado entregarle a la Mujer de manera formal los mismos derechos que tienen los hombres, en tanto no se crean las condiciones concretas y objetivas para ejercerlos en los diferentes espacios de la vida social.
El hecho real es que la mujer caleña es discriminada en lo concerniente a las oportunidades de trabajo y a una justa remuneración, a la posibilidad de profesionalizarse y participar en la actividad económica, política y social en igualdad de condiciones con los hombres y como una forma de avanzar por los caminos de su emancipación y sin que esto signifique asumir una posición superior o de exclusión de los hombres en la lucha social en contra de la desigualdad de género e igualmente por la Paz, la democracia y el progreso social.
De acuerdo con las estadísticas del DANE, en el año 2020 la tasa de desempleo en la ciudad de Cali fue una de las mas altas del país, siendo las mujeres las mas afectadas con un 18.7% frente al 10.2% de los hombres. Así mismo las mujeres destinaron un mayor número de horas de trabajo en comparación con el de los hombres durante la semana, en actividades del hogar y de la economía del cuidado sin recibir ninguna remuneración.
Por otra parte, aunque en el Plan de Desarrollo Distrital de Cali 2020-2023 “Unidos por la Vida” se hace referencia a la prevención de la violencia de género, la subsecretaria de la oficina de Equidad y Género considera que lo más importante es “hacer seguimiento estadístico y de verificación del cumplimiento de los propósitos que se plantean en las políticas públicas”; para lo cual la secretaría se apoyará en los índices relacionados con la prevención de toda clase de violencias contra la mujer, política esta que poco o nada contribuirá a mejorar su situación en la ciudad, ya que este problema no es un asunto puramente estadístico ni jurídico con los cuales se pueda enfrentar por ejemplo el feminicidio, la violencia intrafamiliar, el acoso sexual, el desempleo, la discriminación y la exclusión de la mujer de la vida de la sociedad.

La pobreza que afecta a las mujeres que viven en Cali pertenecientes a las clases pobres y medias de la población, constituye una de las barreras para acceder a los trabajos mejor remunerados, en tanto que son pocas las mujeres que han logrado posicionarse en ciertos cargos en igualdad de condiciones con los hombres al igual que en la actividad política.
La situación de la mujer en Colombia y especialmente en Cali no cambiará si la lucha por sus reivindicaciones se reduce simplemente a apoyar las políticas reformistas del sistema y si conjuntamente con los hombres no enfrentan los problemas derivados de la explotación del trabajo, además de la lucha contra las reminiscencias del régimen patriarcal que caracterizan la cultura machista existente en nuestro tiempo.
Las mujeres de Cali no solo aspiran a vivir en paz sino a participar en la construcción de una sociedad en condiciones de libertad, igualdad y solidaridad, para lo cual deberán comprometerse moral y políticamente a participar en favor de la paz y la convivencia social contra la violencia haciendo de aquel compromiso la fuerza capaz y definitiva para lograr un verdadero cambio social y en igualdad de condiciones con los hombres de la Cali de hoy y del futuro inmediato.
Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social