
Por Claudio Borrero Quijano.
Ingeniero Civil de la Universidad javeriana de Bogotá, Ex Secretario de OOPP Cali, Ex Concejal de Cali, Ex – gerente de Bienes inmuebles de Cali e historiador.
La “nueva Emcali” no debiera seguir siendo en el futuro compradora y distribuidora de energía solamente, sino la gran generadora energética del país, para lo cual debiera conquistar el cercano oeste de la vertiente del Pacífico, a donde tenemos la gran fábrica natural de aguas que nacen en los Farallones de Cali con caudalosos ríos de pendientes óptimas que descienden raudos al Océano Pacífico, ríos Naya, Yurumanguí (Soledad), Cajambre, Guapicito, Raposo, Anchicayá (embalses alto y bajo).
Los alcaldes del municipio de Buenaventura aportante del extenso territorio y el de Cali, deberán liderar el desarrollo con justicia social. Primero: reconociendo la propiedad de baldíos o territorios nacionales en manos de nativos aborígenes, cabildos indígenas, nativos del pacífico y raizales, palenques, negritudes y la heterogeneidad racial.
Las grandes familias caucanas de tradición bien apellidada, legendarios adjudicatarios del extenso territorio nacional incluida la Universidad del Cauca, no pocos herederos vallecaucanos que nunca recorrieron el territorio señor ministro de agricultura, doctor Aurelio Iragorry Hormaza, hacen indispensable recorrer de nuevo el camino bien andado por su antecesor Juan Camilo Restrepo, haciendo justicia social y generándole desarrollo al nuevo camino por recorrer en el postconflicto.
No más “cocinas químicas” en el extenso territorio selvático plagado de guerrillas y narcotraficantes, es la apertura al verdadero desarrollo con justicia social del pacífico vallecaucano, primero recociendo a quienes han nacido, crecido y mueren en estos territorios nacionales, sin que jamás hayan sido reconocidos como legítimos “posesionarios” de estos predios ancestrales.
Así como las empresas públicas de Medellín (EPM), gestaron la mayor producción de energética del país, en el valle del cauca nos quedamos rezagados abriendo espacio a la narco guerrilla inexplicablemente.
Es hora de repensar que nuestra fabrica natural de aguas tributaria a la vertiente del pacífico desde nuestras cumbres de los Farallones de Cali predios vallecaucanos poseemos la materia prima, en abundancia hemos milenariamente despreciado el retomar la delantera en producción energética hidráulica y aeólica dentro de nuestro país vallecaucano desaprovechando la mayor pluviosidad del territorio nacional, abriéndole el paso a la “maldita droga”.
La “nueva Emcali” si se decide a optimizar sus negocios pasaríamos de compradores a distribuidores de energía, participando con liderazgo de la interconexión eléctrica nacional, ingresando como socios en capacidad de exportar el recurso energético a nuestros vecinos de los Llanos Orientales, Ecuador y Venezuela.
Estudios de pre factibilidad garantizan estos negocios financieramente.
Señora gobernadora impulsora del desarrollo con justicia social en el post conflicto, allí tenemos una verdadera cantera para desarrollar en el postconflicto, liderado por mujeres como usted y la nueva Gerente de Emcali Cristina Arango, por supuesto con asiento preferencial de la dirección de la CVC empresa líder y pionera en estas lides del nuevo despertar vallecaucano.
“En la nueva Emcali” esperamos se repiense mejor el corto recorrido del rio Timba y su riqueza hídrica comparativa con el aprovechamiento del reservorio de 900 millones de metros cúbicos de agua del embalse regulador de “Salvajina”, y su cota sobre el nivel del mar, el émbolo es de 33 kilómetros de extensión, el depósito de aguas es la materia prima para proyectar el gran acueducto regional del sur del Valle y el Norte del Cauca, por lo cual vale re insistir en los estudios de pre factibilidad de las dos opciones.
Ojala no prime la politiquería enraizada y nunca destronada, con su intervención o sin ella, siempre ha sido la brújula que marcó el sendero de la empresa.
Pensadores, para mejorar la productividad evitándonos adicionales descalabros en pérdidas con usuarios tramposos que contrabandean servicios públicos, debemos todos colaborar para que nuestras Empresas Municipales de Cali, las cuales sin pertenecer a la clase política, ni a grupos sindicales politizados, por supuesto tampoco a los avivatos oportunistas de siempre.