*Redacción
Hace días hemos venido observando cómo hay diferencias políticas entre la gobernación del Valle y la Alcaldía de Cali, en cabeza de Dilian Francisca Toro y Maurice Armitage respectivamente. Lo cierto que cuando se esperaba un trabajo concertado dada la crisis de ambas entidades territoriales, lenta y progresivamente los dos gobernantes se han venido aislando, pero hay oportunidades que se han presentado en el camino y muchos apuestan por el arreglo.
Las razones han sido eminentemente políticas, en el entendido que el Alcalde Maurice Armitage recibió el apoyo de parte del movimiento de Dilian Francisca Toro y esa reciprocidad política que esperan los partidos en Colombia y en el mundo, no se dio. Esta circunstancia genero un enfriamiento en las relaciones administrativas y de gobierno que han afectado las relaciones institucionales de los primeros cargos de la región.
Lo que primero se observo fue una relación distante en las diferentes reuniones tendientes a desarrollar el Plan de Obras, denominadas Contrato Plan, hoy para la paz y el posconflicto. Teniendo en cuenta la competencia constitucional en la planificación territorial de la Gobernación del Valle, las diferencias se observaron, como pasó en los gobiernos del gobernado Ubeimar Delgado y el alcalde Rodrigo Guerrero. Aquí igualmente no hubo solución a una gran concertación, sino que se proyectaron decisiones diferentes y es así como ya se firmó el inicio de un Contrato Plan, como carta de intención y allí no aparecieron las obras más importantes para Cali, como es la ampliación al tercer carril de la vía Cali – Jamundi o la ampliación de la Carretera al Mar en un solo carril entre la Portada al Mar y el retén forestal ni la prolongación de la avenida circunvalación, que podría tener argumentos para ser incluidas como obra regional y nacional. Los argumentos han sido jurídicos y técnicos, pero indudablemente hay un trasfondo político.
Lo que rebosó la copa en la coordinación interinstitucional de ambas entidades, fue la propuesta hoy ordenanza departamental de crear un impuesto a los servicios públicos de energía para la seguridad que originó una reacción pública del Alcalde Maurice Armitage y con la aprobación que le hiciera la Asamblea del Valle, esa denuncia indudablemente pesó y por ello tuvo que renegociar con el sector empresarial y de esa manera el universo económico solicitado tan solo llegó a $24 mil millones.
Y la última expresión fue la negación por 4 votos en contra del Proyecto de Acuerdo por el cual se le entrega un subsidio al Sistema de Transporte Masivo MIO, que contó con el voto negativo de Audry Toro, prima de la Gobernadora y se podría pensar que fue el desarrollo propio de la mala relación entre las dos entidades territoriales. En estos momentos la administración municipal busca soluciones a este impase desde el punto de vista jurídico, técnico y económico. Por lo pronto sectores empresariales siguen haciendo esfuerzos a fin de limar asperezas, teniendo en cuanta que la Gobernadora del Valle está consolidando su gobernabilidad y los problemas de Cali tienen en el Alcalde Maurice Armitage, un consenso empresarial muy grande de apoyo, que busca lograr puentes para calmar las diferencias y que pueda hacerse antes de que se apruebe el acuerdo del subsidio del MIO ,donde la Gober juega papel importante y allí podría nacer la unión vallecaucana.