Por Luz Betty Jimenez De Borrero / Pablo A. Borrero V.
Cuando nos percatamos de la existencia de ciertos hechos y circunstancias, generalmente nos damos a elaborar toda clase de conjeturas y análisis que luego se plasman en cifras estadísticas, que únicamente nos revelan la parte externa de la realidad a la cual nos atenemos sin hacer mayores consideraciones sobre el contenido esencial de los fenómenos que surgen en este caso con el crecimiento y desarrollo contradictorio y anárquico de nuestra ciudad.
Esta manera de apreciar la realidad ha llevado a algunos analistas a percibir la ciudad a partir de dos visiones diametralmente opuestas y contradictoras como son las de concebirla como una “ciudad en crisis” o por el contrario como una “ciudad-región pujante”.
Por supuesto que Cali emerge en el panorama nacional e internacional como una gran ciudad en donde tienen lugar avances y retrocesos a la par con inmensos obstáculos, dificultades y desafíos que no han sido posible superar, no obstante las ventajas comparativas y las condiciones naturales y sociales que ofrece la ciudad en general.
Entre tanto la ciudad se expande urbanísticamente, se construyen nuevos centros comerciales y de servicios, clínicas, hospitales y complejos empresariales para la exportación de bienes y servicios, obras de infraestructura, incrementándose con ello el empleo temporal y reduciéndose transitoriamente los índices de pobreza absoluta con la entrega de subsidios del Estado. Todo esto sin embargo no deja de ser mas que una forma de progreso material que tan solo cobija a un sector minoritario de la población caleña y del cual los gobernantes de turno se ufanan de ser sus promotores y ejecutores, mientras crece y se agigantan los problemas de la ciudad que padecen la inmensa mayoría de sus habitantes que curiosamente desaparecen de las estadísticas oficiales y privadas o son medidos simplemente por sus aspectos externos, sin profundizar en su contenido, lo que redunda en una visión unilateral y parcializada de la realidad.
Para nadie es un secreto que por ejemplo, en Cali el empleo estable y duradero ha disminuido sustancialmente a la par con el crecimiento del trabajo tercerizado e informal del cual se nutren las estadísticas para manipular a la opinión pública en materia de reducción de la tasa de desempleo. Así mismo tampoco se dice mayor cosa en relación con los cientos de pequeños y medianos comerciantes y empresarios que cierran y liquidan sus empresas y cuyo porcentaje no aparece registrado en las encuestas y estadísticas.
Por otra parte debemos señalar que no es aceptable la práctica consistente en utilizar ciertos datos globales referidos en este caso al departamento o a la zona metropolitana de la ciudad para demostrar los avances o el estancamiento secular de la ciudad, con lo cual se distorsiona la realidad concreta y específica de la capital y se trasgrede con ello las propias leyes de la estadística. Así por ejemplo, de acuerdo con los datos estadísticos presentados por el presidente de la Cámara de Comercio de Cali recientemente en varios medios de comunicación, la cobertura en materia de acueducto en el Valle ha crecido en un 96.8% incluyendo la ciudad de Cali. Esta circunstancia contrasta con el hecho de que Cali tendrá que construir un nuevo acueducto contando para ello con las fuentes de otros ríos diferentes a los que cruzan el territorio de la ciudad, en tanto que el acueducto que se surte de las aguas del rio Cauca y que abastece mas de 800 mil personas que viven en el oriente de la capital son objeto de permanentes cortes o suspensión de este servicio además de una mayor contaminación de sus aguas. Igualmente se dice de parte de quienes utilizan comparativamente los datos estadísticos para promover y exaltar la Cali pujante o de aquellos que reducen el análisis de sus problemas a simples descripciones de los fenómenos económicos, políticos, sociales, ambientales, culturales, etc., que todas estas conclusiones pasan por alto el hecho de que en Cali actualmemnte padecen hambre mas de cien mil niños según informes oficiales y que existe un sinnúmero de invasiones y desarrollos de vivienda incompletos, amen del déficit habitacional que asciende a mas de cien mil viviendas que la municipalidad no esta en capacidad de resolver con todo y las casas gratis que ofrece el Estado.
Pero además los caleños asistimos al marchitamiento de EMCALI y a la quiebra técnica y financiera del MIO y al incremento de la inseguridad estimulada por el desempleo, la pobreza y la desigualdad social, ligadas a la corrupción administrativa, el aumento del microtráfico y sus bandas de sicarios, el clientelismo político y el favorecimiento a determinados sectores económicos y políticos, que cogobiernan con las autoridades municipales.
El cambio de rumbo de la ciudad dependerá de que los ciudadanos se decidan a participar en el debate político y social sobre su futuro y aprendan a escoger a ciudadanos que de verdad representen y defiendan por igual los intereses comunes de todos los habitantes de esta gran ciudad, cuya dirección no podemos dejar en manos de los viejos y nuevos usufructuarios del poder económico y político.
Veeduria Ciudadana por la Democracia y la Convivencia Social
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social