América, con el apellido Clinton.

Redacción deportes

No hay derecho. El torneo local está a punto de comenzar, los refuerzos (que no eran gran cosa) de una u otra forma se consiguieron. De repente resulta que las gestiones emprendidas por las autoridades locales, nacionales y por la misma hinchada, no han podido sacar al cuadro americano de la lista Clinton. Así como en años pasados el hincha rojo vivió el día a día de su pasión esperando la tan anhelada salida de la tenebrosa lista, este no parece contar otra historia. La capitalizadora de marras del equipo, Factor, fue advertida por la justicia estadounidense. Y no fue cualquier advertencia. De hacer negocios, invertir, compartir cucharas o tener cualquier tipo de relación comercial con la institución americana sería sancionada, incluso penalmente.

Volvemos a la repetición de lo eterno. Las voces dicen todas lo mismo: Reestructuración. ¿Hace cuánto estamos escuchando eso? Por mi lado, no quiero volver a escuchar esa palabra jamás. No lo digan más. Háganlo. Supuestamente, y sin que ningún resultado concreto lo confirme, en esas andaban altas personalidades del quehacer nacional. Angelino Garzón, vicepresidente, Juan Carlos Restrepo, director nacional de estupefacientes, Luis Guillermo Vélez, superintendente de sociedades, Gerardo Hernández Correa, superintendente financiero de la república, los popularísimos Luís Bedoya y Ramón Jesurum, Carlos H. Andrade, presidente del equipo, y delegados de la fiscalía general de la nación estuvieron reunidos. ¿De qué hablaron? De lo de siempre: hay que reformar legalmente a la institución, hay que mantener el interés de los inversionistas interesados, “estamos trabajando ceñidos a la legalidad” Bla, bla, bla…

En todo caso, se acordó cancelarle primas y salarios a los jugadores, por valor de 2.000 millones de pesos. Este remanso financiero, viene cortesía de la Dimayor, ente a través del cual se girará el dinero.

Carátulas nuevas

Por ahí se oye que tienen entre cejas la traída un delantero centro, que pueda ser receptor del juego por las bandas. Se piensa en nombres como Wilson Carpintero, Martín Arzuaga y el Tigre Castillo, que tendría otro regreso de hijo pródigo.

El otro que ya está acá es Julián Viáfara, que alguna vez en este mismo equipo iniciara su carrera como mediocampista. Ahora, a sus 33 años llega al cuadro que lo vio nacer para recrear eso pasajes gloriosos que tuvo con el equipo, en el que fue campeón en los años 2001 y 2002. Fabían Morales, el zaguero que estuvo colaboró en la defensa el año pasado, y que había salido por falta de pago, regresa al equipo, con la promesa por parte de los directivos de cumplir las deudas que tenían atrasadas y prevenir las futuras. El jugador estuvo de paso en Brasil con el Atlético Paranaense y el Vitória, con el que incluso llegó a ser campeón del torneo del nordeste. Julián confía, y los hinchas en él. Se le ve tranquilo y la afición puede estar segura que su experiencia no pasará en vano. Junto a Banguero, Jerson y otros, ya ha visto campeón al América de Cali desde dentro del vestuario.