
Se conoce como dieta mediterrnea al modo de alimentarse basado en una idealizacin de algunos patrones dietticos de los pases mediterrneos, especialmente de Espaa. Las caractersticas principales de esta alimentacin son un alto consumo de productos vegetales, siendo el trigo el alimento base, el aceite de oliva como grasa principal, un mayor consumo de aves y pescado que de carnes rojas, y el consumo regular de vino en cantidades moderadas.
En junio de 2007 el Gobierno español propone la candidatura de la dieta mediterránea para su inclusión en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
Según demuestra la ciencia moderna, los mediterráneos lograron, a través de los siglos, configurar un estilo de vida y uno de los modelos alimentarios más saludables.
La Dieta Mediterránea es una rica herencia cultural de España que tiene sus orígenes en la época romana y que se fue conformando en el transcurrir de los años hasta surgir una de las combinaciones de alimentos más equilibrada, completa y saludable del planeta. Las condiciones climáticas favorecieron el cultivo y consumo de olivas, frutas, vegetales y cereales.
Antiguamente la grasa por excelencia en la gastronomía de España era la grasa animal fue en los principios del siglo XX cuando el aceite de oliva se convirtió en la grasa indispensable en toda la gastronomía de España. Con el uso del aceite de oliva como grasa principal en la gastronomía, la dieta mediterránea queda completamente delimitada.
Los beneficios para la salud de la Dieta Mediterránea fueron inicialmente descritos en los años 1950-60 por el Dr. Ancel Keys y colaboradores en el Estudio de siete países donde relataba el papel de esta dieta en la enfermedad coronaria. Los hábitos alimentarios en el área mediterránea llamaron la atención como consecuencia de la constatación de que en los países mediterráneos la incidencia de enfermedades coronarias era significativamente menor que en otros países del norte de Europa.
– Utilizar el aceite de oliva como principal grasa de adición.
Es el aceite más utilizado en la cocina mediterránea. Es un alimento rico en vitamina E, beta-carotenos y un tipo de grasa vegetal (monoinsaturado) que le confieren propiedades cardioprotectoras.
Este alimento representa un tesoro dentro de la dieta mediterránea, y ha perdurado a través de siglos entre las costumbres gastronómicas.
– Consumir alimentos vegetales en abundancia: frutas, verduras, legumbres y frutos secos.
Las verduras, hortalizas y frutas son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta y nos aportan, al mismo tiempo, una gran cantidad de agua.
Es muy importante consumirlas a diario y la cantidad recomendada son cinco raciones entre ambas. Gracias a su contenido elevado en antioxidantes y fibra pueden contribuir a prevenir, entre otras, algunas enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
– El pan y los alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz y sus productos integrales) deberían formar parte de la alimentación diaria.
El consumo diario de pasta, arroz y cereales en general es imprescindible por su composición rica en carbohidratos, nos aportan una parte importante de energía necesaria para nuestras actividades diarias. Hay que tener en cuenta que sus productos integrales nos aportan más fibra, minerales y vitaminas.
– Los alimentos poco procesados, frescos y locales son los más adecuados.
Es importante aprovechar los productos de temporada ya que, sobre todo en el caso de las frutas y verduras, nos permite consumirlas en su mejor momento, tanto a nivel de aportación de nutrientes como por su aroma y sabor.
– Consumir diariamente productos lácteos, principalmente yogurt y quesos.
Nutricionalmente hay que destacar que los productos lácteos son excelentes fuentes de proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc.) y vitaminas.
El consumo de leches fermentadas (
yogurt, bio, etc.) se asocia a una seria de beneficios para la salud porque estos productos contienen microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la micro-flora intestinal.
– La carne roja tendría que consumirse con moderación y si puede ser como parte de guisados y otras recetas.
Y las carnes procesadas en cantidades pequeñas y como ingredientes de bocadillos y platos. Las carnes contienen proteínas, hierro y grasa animal en cantidades variables.
El consumo excesivo de grasas animales no es bueno para la salud. Por lo tanto, se recomienda el consumo en cantidades pequeñas, siempre que se pueda, mejor magras, y formando parte de platos a base de verduras y cereales.
– Consumir pescado en abundancia y huevos con moderación.
Se recomienda el consumo de pescado azul como mínimo una o dos veces a la semana ya que sus grasas – aunque de origen animal- tienen propiedades muy parecidas a las grases de origen vegetal a las que se les atribuyen propiedades protectoras frente enfermedades cardiovasculares.
Los huevos son ricos en proteínas de muy buena calidad, grasas y muchas vitaminas y minerales que los convierten en un alimento muy completo. El consumo de huevos tres o cuatro veces a la semana es una buena alternativa a la carne y el pescado

– La fruta fresca habría de ser los postres habituales y, ocasionalmente, dulces pasteles y postres lácteos.
La fruta fresca tendría que ser los postres habituales en nuestros ágapes muy por delante de los dulces y pasteles. Las frutas son alimentos muy nutritivos que aportan color y sabor a nuestra alimentación diaria y que se convierten también en una alternativa muy saludable para media mañana y la merienda.
– El agua es la bebida por excelencia en el Mediterráneo. El vino se ha de tomar con moderación y con las comidas.
El agua es fundamental en nuestra dieta. El vino es un alimento tradicional en la dieta mediterránea que puede tener efectos beneficiosos para la salud pero que se tiene que consumir con moderación y en el contexto de una dieta equilibrada.
– Realizar actividad física todos los días (tan importante como comer adecuadamente).
Mantenerse físicamente activo y realizar cada día un ejercicio físico adaptado a nuestras necesidades es muy importante para conservar una buena salud.
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