El civismo es más que "buena educación", está por encima de las reglas de cortesía y de buenos modales que hacen parte de la cultura tradicional. Ciudadanía y Civismo va ligada a la defensa de los derechos y el sentido de los deberes. Es por ello que es necesario en Cali trabajar con mayor fuerza de la construcción de buenos ciudadanos con un claro concepto cívico.
Nuestras culturas y sus Gobiernos tratan de dilucidar la manera de gobernar y los esquemas de integración racial y cultural, dentro de un pluralismo democrático. Hace unos años era impensable imponer una cultura popular como lo es hoy la salsa y qué decir de eventos como el Petronio Álvarez que ya trasciende nuestras fronteras como modelos de respeto a la cultura de una etnia.
Y qué decir de la defensa de los derechos fundamentales logrados con la nueva Constitución, que ya cumplió 20 años. Pero en lo que todavía nuestros gobernantes no han podido acoger y respetar lo suficientemente es la PARTICIPACION CIUDADANA, no es si no que observar los principales proyectos de ciudad, en donde los ciudadanos han sido desconocidos, hablamos de Megaobras, MIO, etc.
Por otro lado están los derechos sociales, que aun distan de ser cubiertos. Tasas de desempleo, informalidad laboral, calidad educativa, derecho a la salud, vivienda, etc., son situaciones que no permiten logran un buen desempeño del ciudadano y lo apartan de lo Cívico. En consecuencia la convivencia pacífica y la misma subsistencia del régimen democrático, son afectadas por la pobreza y la miseria en que se encuentran muchos conciudadanos.
Por ello, urge que nuestros gobernantes sean más claros en el compromiso con la equidad social y no sigamos ampliando la brecha entre ricos y pobres, que precisamente origina la elección de alcaldes y gobernadores, fundamentados en un voto de rechazo y de apoyo a iniciativas positivas por el mejoramiento de nuestras condiciones de vida.