La cultura del vino en Colombia es casi inexistente y está asociada únicamente a eventos especiales, es tanto que las estanterías de los grandes almacenes están llenas de vinos muy costosos y en la mayoría de los casos de mala calidad.
Existe la falsa creencia que la uva tiene sus orígenes en el antiguo continente, sin embargo es uno de los pocos frutos universales. Ya hacia el año 600 nuestros indígenas de Tierradentro en el Cauca conocían y utilizaban el vino como bebida tonificante y medicinal. Nuestra cepa se conoce con el nombre de agraz o uva de monte (Vitis tiliifolia o Vitis Tilieafolia), también está presente en Estados Unidos, México, Venezuela, Ecuador, Brasil y el Caribe. El vino de esta cepa solo se produce artesanalmente en unas pocas zonas.
Los primeros cultivos vinícolas se establecieron en el Urabá Chocoano en la rivera del Río Tanela, en la primera ciudad fundada en la América continental, Santa María la Antigua del Darién; fundada por Vasco Núñez de Balboa en 1510 y posteriormente arrasada por los indígenas en 1524.
Durante la época de la colonia los monasterios católicos tenían pequeños viñedos, los cuales con el tiempo se expandieron para continuar con la costumbre española del vino como bebida en las comidas. En el siglo XVI el rey Felipe II de España, al ver que su colonia era autosuficiente en todo incluyendo el vino que hacían los sacerdotes con sus viñas en sitios como “El Viñedo”, ubicado en Chicoral (Tolima) cerca de la carretera que comunica a Bogotá con Ibagué; ordenó arrancar las viñas y dejar de hacer vino, porque necesitaba poder entregar algo a cambio de la plata y el oro que se llevaban de nuestra tierra. Así desaparece la cultura del vino en Colombia y solo se conservo para las elites, únicos que podían tener los vinos provenientes del viejo continente.
El vino en la historia de la humanidad ha estado presente en casi todas las culturas, en el viejo continente es donde ha tenido milenariamente un papel figurativo, ha sido y continua siendo un sano complemento de las comidas. Debido a la destrucción de la producción vinícola en Colombia en el siglo XIV, esta cultura desapareció de los hábitos gastronómicos colombianos.
Desde mediados del siglo XX se están realizando desarrollos vinícolas en Colombia con regulares resultados. Esta industria tiene que realizar verdaderas quijotescas campañas para sobrevivir. Las barreras son descomunales. El escollo más grande es el poco interés estatal para motivar el sector con el perjuicio que el vino está gravado con impuesto al alcohol que hace imposible su consumo como suplemento alimenticio tal como ocurre en Europa. La industria vinícola está presente en la mayoría de los países suramericanos en donde Chile y Argentina tienen una figuración mundial y representa un producto importante de su economía.
A pesar de este oscuro pasado, el vino en Colombia está entrando cada vez más, lo ayuda los convenios comerciales con Chile, Argentina y España, lo cual permite acceder a vinos de mejor precio, pero todavía persiste el concepto de seleccionar el vino por su precio. Un vino de $15.000 pesos puede llegar a ser superior que uno de $70.000. Se aproxima la época de festividades de Navidad y año nuevo, en las siguientes semanas le contaremos como escoger el mejor vino al mejor precio.
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