Por Juanita Cataño M.
La historia y la experiencia diaria lo demuestran. Desde el profesor hasta el vendedor de la calle lo saben. Llego la hora de plantear una reestructuración y alejar los ismos, esa es la cuestión.
Cuando recuerdo mis viajes por la historia a través de las largas horas de lectura, las canciones de Silvio Rodríguez y tantas otras formas de expresión hacia los sistemas económicos, políticos y sociales que por décadas han desatado guerras, polémicas, divisiones, etc. y han acabado con la vida y sueños de muchos, vuelve a rondar el fantasma de la pregunta que desde mi inquieta juventud me aturde; ¿los sistemas desde el más ‘justo’ hasta el más ‘tirano’ tieal fracaso? Veamos la situación actual del mundo entero: las crisis económicas, las emancipaciones de pueblos dirigidos por dictaduras militares, el movimiento de los indignados, las catástrofes naturales y a falta de pruebas visibles y tangibles, la sola superstición de algunos sobre la desaparición del mundo en el 2012 por diferentes motivos y malas interpretaciones de fuentes como escrituras Mayas las cuales nos hablan de cambios espirituales y alteraciones en el orden. A estas ideas se les suma las teorías de varios estudiosos entre los cuales destacan que los mayas regresarán de su viaje estelar (porque la desaparición de los mayas quedo sin resolver), así mismo como la que dice que varios algoritmos descifrados en la Biblia indican que un meteorito colisionará con la Tierra para ese año, también como que también habrá una situación en la que se creará la noosfera.
Retomemos a groso modo la historia del siglo XX, porque hay que sobresaltar que fue un periodo de diferencias económicas entre países debido a las guerras que se desataron por sus alianzas y políticas.
En 1933 Adolf Hitler tomó el control del país con un apoyo de la población sin precedentes. Alemania dejó de lado la República de Weimar y se convirtió en un estado totalitario al igual que la Italia de Benito Mussolini.Tras el final de la Primera Guerra Mundial, para 1920 se creó la Sociedad de Naciones, que nació con el fin de evitar que un conflicto de esa magnitud volviese a repetirse. El Imperio Ruso pasa a ser la URSS, que con la ideología marxista de Lenin, se convierte en la primera nación del mundo gobernada por el "proletariado".EEUU prosiguió su rápido desarrollo económico que se vio perturbado, sin embargo, por la "gran depresión" de 1929.
Alemania se desarrolla nuevamente, la economía se relanza con el impulso que le da la industria y la inversión del estado en infraestructuras, la Guerra Civil Española desangró a esa nación, la convirtió en un estado totalitario y sirvió de preámbulo a la gran guerra que estaba por venir en el continente. En EEUU el presidente Franklin “Del ano J” Roosevelt, lideró la recuperación económica del país tras la crisis provocada por la gran depresión de 1929.
La Segunda Guerra Mundial marcó como ningún otro acontecimiento esta década y el siglo en general. Al igual que en 1914, la guerra se extendió a todo el mundo, aunque este conflicto fue mucho más sangriento y modificó el mundo de una manera más radical. En 1945, al final de la guerra, Alemania había sufrido enormes pérdidas humanas y materiales igual que Japón, situación muy diferente a la del primer conflicto mundial de 1914.
EEUU y la URSS se convirtieron en las nuevas y únicas potencias del mundo. Todas las demás antiguas potencias pasaron a un segundo nivel.
El bando comunista se vio apoyado decididamente por la URSS y el bando nacionalista en apariencia respaldado por EEUU fue derrotado y obligado a recluirse en la isla de Formosa (actual Taiwán).
La India consiguió su independencia a través de la revolución pacifista de Mohandas Gandhi.
En 1950 el mundo vio formarse lo que se conoció como ‘guerra fría’ ya que la URSS se convirtió en el ‘enemigo de occidente’ tras haber sido la aliada de los países que derrotaron a Alemania y las demás naciones del Eje.
Poco después del fin del conflicto mundial, la guerra civil en China, dio el triunfo de Mao Zedong quien instauro en la parte continental de su nación un régimen totalitario de base Comunista, reconocida como República Popular China.
EEUU vio una revolución cultural impulsada por el rápido desarrollo industrial y el consecuente fenómeno de consumismo.
Para los años 60’s este decenio trajo consigo el inicio de la guerra de Vietnam, cuyas consecuencias socioculturales directas aún se sienten actualmente.
El bloque comunista que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas logró conformar durante varias décadas, empieza a dar señales de desintegración y la potencia soviética se distancia de la China comunista, lo que trajo con sigo el debilitamiento de la influencia comunista en el mundo.
En 1989 la URSS y el bloque soviético en general se encuentran más debilitados que nunca. En noviembre el muro de Berlín que encarnaba la división de dicha ciudad desde el fin de la segunda guerra mundial, fue demolido por los propios berlineses, dando con ello el golpe de gracia a la era soviética.
Esta década dio nacimiento a un nuevo mundo. Tras la caída del muro de Berlín se desencadenó la desintegración de la URSS dando nacimiento a nuevos estados independientes y permitiendo la reforma política en las naciones que habían permanecido bajo su influjo. De entre estas naciones sobresaldría la Federación Rusa, que fue liderada por Boris Yeltsin durante todo el período.
Los Estados Unidos de América conocen bajo el gobierno de Bill Clinton un crecimiento económico sin precedentes. Además la administración de Clinton respaldó negociaciones en Oriente Medio que llevaron a que el conflicto árabe-israelí estuviera más cerca que nunca de resolverse, si bien no llegó a concretarse una solución.
La República Popular China empezó a ver los beneficios de su política de transformación económica iniciada a finales de los años 1970, que hicieron que el país renunciara poco a poco a los principios de la economía comunista adentrándose cada vez más en una economía de mercado, Capitalismo.
En el transcurso de siglo XX se desataron una serie de acontecimientos que demostraron las tendencias no muy estables de la economía mundial, pues es ésta el resultado de intereses políticos y sociales.
Es el turno de la gran crisis del capitalismo, así como en su momento lo fue para el comunismo, que remató su fracaso con la caída del muro de Berlín y dio paso a la globalización que se pensó traería más oportunidades que las actuales como estabilidad y justicia socioeconómica, pero lo único que ha demostrado por el contrario es la gran brecha que se ha abierto entre ricos y pobres, la tiranía de los estados para satisfacer las ‘necesidades’ algunos pocos y la centralización de las riquezas, entre otros.
¿Ahora qué vendrá? ¿Será que los indignados, las ‘crisis económicas’, las sublevaciones, las catástrofes, son insinuaciones de cambio? ¿Serán todos estos hechos repercusiones o solo el comienzo de una nueva era? Estas son unas cuantas preguntas de las cuales, nosotros los mortales de todas las razas, tendencias políticas, creencias religiosas y ubicaciones geográficas nos hacemos.
Ahora bien hay una preocupación que va mas allá de supersticiones no solo para el próximo año si no, los que parten de aquí en adelante que desata una serie de preguntas inquietantes como ¿Qué hay detrás de todos los acontecimientos mundiales? ¿Deben acabarse los sistemas?, en cualquier caso al capital le llego la hora de renovarse y dar alternativas pues estas alertas e inconformidades a nivel mundial nos hacen pensar que hay que optar por una reorganización no basada en teorías comunistas, socialistas, anarquistas, imperialistas o capitalistas para ejecutarlas tal cual como están contempladas en los libros, más bien tomar lo necesario de cada uno de estos ismos y hacer que un mundo mejor no siga siendo una utopía juvenil.
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