Una verdadera y afortunada coincidencia ocurre en estos dos primeros meses del 2012 para la historia del cine colombiano. Cuadernos de Cine Colombiano puso en linea por medio de un pdf un numero enteramente dedicado a la relación del cine nacional con los rios. Es el numero 16 del 2011, el cine y los rios. Que parece acompañar de lejos el estreno este 17 de febrero de Apaporis, tal vez uno de los más ambiciosos proyectos documentales que se haya realizado en el país. Apaporis, nuestro paraiso desconocido. Es un documental de Atonio Dorado, director caleño conocido por peliculas como El Rey, que este año tiene el orgullo de llevar a las salas de todo el país el primer gran documental de su carrera.
Entre las grandes sorpresas que encontrarán en las salas será la música incluida en el documental, compuesta e interpretada por la filarmonica de Cali. Todos los ingredientes para una pelicula que pone en alto la reputación de los profesionales vallecaucanos del cine, la musica y el documental.
Fluyen las imágenes (Prologo de Cuadernos de cine colombiano 16-2011)
Por Sergio Becerra
La génesis misma de estos Cuadernos surgió a la orilla del río. En efecto, por iniciativa de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, con el acompañamiento de todo el sector cultura de la Alcaldía Mayor de Bogotá D.C., se llevó a cabo del 17 al 23 de septiembre de 2009 la expedición conmemorativa del inicio del bicentenario de las luchas por la independencia en Colombia “Gritos que cambiaron la historia”.
Esta pretendía generar una amplia reflexión, teniendo como eje central, como elemento convergente al río Magdalena, sobre los distintos Gritos (basados en textos y manifiestos) de Independencia que se propagaron en la Nueva Granada, y el papel protagónico del río en este proceso de liberación, y sus decisivas batallas posteriores. Para ello se realizó una convocatoria pública de todas las disciplinas
artísticas cuyos proyectos debían girar también en torno al río, a la importancia de esta gesta histórica, y al cómo estos dos elementos, entrelazados, indisolubles, son constructores de identidad y de nación. Los creadores seleccionados y algunos invitados especiales como Gustavo Zalamea, se embarcaron en el “Florentino Ariza” para emprender este viaje por la memoria que los llevaría de Honda a Barranquilla, siguiendo el eco de estos gritos, y las huellas de la última travesía de Bolívar, cuya ruta evocaría García Márquez en El general en su laberinto, y que la expedición, a bordo del “Florentino Ariza” deseaba reivindicar.