Las deficiencias del sistema de alimentadores en el MIO son recurrentes, esto ha dado pie a una situación que parece demostrar una mejora en la ciudad. Filas para el bus. En una ciudad donde el respeto por las colas para el transporte público era nulo, la formalización de las paradas con el sistema del MIO le ha dado la oportunidad a los caleños de probar su educación y su civismo.
Es placentero ver como en medio del desmadre de los horarios de los alimentadores, los caleños hacen de tripas corazón y se portan como nunca, haciendo ordenada fila y dando privilegio en ellas a mujeres embazadas, adultos mayores y, me imagino, personas enfermas.
El refuerzo de esta actitud se hace en el control de las paradas del transporte común de colectivos y buses que viven en anarquía. Fue muy bueno ver como los guardas salieron las últimas semanas a restablecer el orden, como ocurrió en la calle quinta con carrera quinta, que se había convertido en un gran paradero de buses y busetas donde reinaba el caos y el peligro.Allí estuvieron durante varios días obligando a buses y peatones a usar el paradero con isla que está destinado para ellos frente a Comfenalco. Bien por ese esfuerzo de los guardas y la administración.