Por Benjamín Barney Caldas
Los problemas actuales de Cali se originan, hace casi un siglo, por su acelerado crecimiento, debido a la apertura del Canal de Panamá y el consiguiente ferrocarril a Buenaventura, que facilitaron el comercio internacional. El suelo urbano, privatizado desde la Independencia, se volvió un negocio especulativo, y la ciudad se extendió innecesariamente y sin planificación pues ninguno de los varios planes que se hicieron resistió a los intereses privados. Además se utilizaron tópicos del urbanismo y la arquitectura moderna de manera acrítica y arbitraria, al tiempo que se rechazo el patrimonio construido buscando salir del “atraso”.
Para impedir que la ciudad continúe creciendo desordenadamente, hay que retomar el sistema de ciudades del valle del Río Cauca, trasladar la capital del Departamento y la Brigada a Buga e instalar allí una planta de producción de alcohol y un gran ingenio. Fortalecer la Universidad Nacional y el CIAT en Palmira, en donde ya están Manuelita, Providencia y Pichichí, y hacer una segunda planta de alcohol; y algo similar en Santander de Quilichao. En Buenaventura, desarrollar su puerto, trasladar allá la industria manufacturera de exportación, y aprovechar sus posibilidades turísticas y de recreación. Y unir todas estas ciudades con autopistas de verdad y ferrocarril.
Hay que rodear a Cali con un cinturón verde, solo permitir casas aisladas en la parte alta del piedemonte, relocalizar a Aguablanca antes de que ocurra una tragedia, y hacer embalses-parque en la parte baja de todos los ríos que atraviesan la ciudad. Convertir el corredor férreo en la columna vertebral de su transporte y tráfico y densificar en altura a ambos lados, y conectar la Salida al mar con la Directa a Palmira. Hacer un gran parque regional en la Base Aérea, conservando la Escuela, y en la antigua Licorera un gran centro de eventos. Consolidar un sub centro en Ciudad Jardín, otro en la Plaza de toros, en donde se haría un gran conjunto de vivienda en los lotes que hay al lado, y otro en Chipichape
En el centro ampliado de la ciudad, incluyendo San Antonio, San Nicolás, el Barrio Obrero, Alameda y el colegio de Santa Librada, hacer grandes estacionamientos públicos debajo de la Plaza de Caicedo, la de San Francisco y el Parque de los poetas, y otro en El Calvario. Hacer otro gran conjunto de vivienda en el lote del Sena, hoteles sobre la Avenida Colombia, que debe tener tráfico de carros y taxis, y expropiar todos los lotes ociosos que hay para hacer más vivienda. Concentrar el MIO en la 15, dejar solo dos carriles en todas las calles y ampliar y arborizar los andenes
Estas ideas o similares o complementarias, han sido propuestas por diferentes personas y en distintas épocas, y lo novedoso sería que fueran simultáneas y dentro de un plan integral para el Departamento y sus principales ciudades. Generaría empleo, seguridad, eficiencia y calidad de vida, y se podría financiar con lo que ahora se pierde con la corrupción, falta de planificación e ineficacia. Pero por supuesto implicaría que el Gobernador fuera reelegible y lo mismo los alcaldes, incluyendo el del área metropolitana de Cali que debería nombra a los de Yumbo y Jamundí, y que sobre todo fueran políticos cultos. Por eso seguiremos dando palos de ciego.