Especial: 100 días de la administración Guerrero
Por Jaime Salazar C.
El Dagma se precia de ser la autoridad ambiental de Cali, dependencia que debe poner en cintura a los infractores ambientales. Cali y sus instituciones vienen en una paulatina decadencia a la que el Dagma no se escapa. Durante 12 años el control ambiental en Cali escaseó; invasiones en los cerros, robo de zonas verdes, construcción en las riberas de los ríos, talas indiscriminadas, construcciones sin debidos permisos, relleno de humedales, todo tipo de atropellos al bienestar ambiental a los que el Dagma pasó de agache.
Por ello, la ciudadania viene reclamando acciones de choque, una política agresiva contra los múltiples delitos ambientales. Parejamente, El editorial de Caliescribe recuerda la mala imagen de la entidad por los grandes ‘negociados’ de tierras rurales en su pasado reciente, o por las interminables travas exigidas a un ciuddano, por ejemplo, para cortar un árbol; mientras tanto, se autorizan grandes afectaciones para los privados.
Por eso, son múltiples los retos de la ingeniera Industrial Beatriz Eugenia Orozco, profesional de gran experiencia en el manejo y control ambiental, quien en 100 días de gestión aún no da un timonazo contundente en materia ambiental, pues le faltan las herramientas administrativas y juridicas para hacerlo.
En 3 meses se ha visto un Dagma de acciones pero sin poder ofrecer resultados contundentes, como si pisara campos minados. El origen del problema sigue siendo la injerencia de particulares en el poder, llámese Alcalde o Concejales y también el desorden del Plan de Ordenamiento Territorial, la falta de una línea ambiental formal y la ausencia de una autoridad ambiental oportuna y efectiva, que tenga ‘dientes’ para sancionar verdadera y contundentemente a los ofensores del medio ambiente.
El ente debe participar en la creacción de políticas y disposiciones de control, entre ellas los componente del POT en materia ambiental.
Para el ex gerente de Emcali y líder Cívico-ambiental de Cali Hugo Salazar al Dagma hay que darle un compaz de espera: “el Dagma está avanzado con buenas espectativas y un buen equipo de trabajo, con el liderazgo de la Dra. Orozco; deben haber pautas precisas de parte el manejo de planeación de ciudad, en el cual se ve el urbanismo, manejo de rios, de corrientes, de parques, reservas, todo más el control en calles, en ruido, en el desorden en que todo el mundo quire hacer su voluntad, y no hay autoridad formal. Ese reordenamiento no es fácil, ni hacerlo en pocos días, esperemos que puedan tener un sendero para mejorar”.
Lo realizado hasta ahora
La página del Dagma informa en estos tres meses haber celebrado múltiples reuniones con líderes ambientales de la ciudad. También ha realizado algunas brigadas en varias comunas de la cuidad para hacer los consabidos “diagnósticos”.
También participó en el ‘Encuentro de las Aguas', donde anunció, en medio de estudiantes y especialistas que invertiría $10.000 millones en tres ríos de Cali, donde se harán “corredores ambientales y paisajísticos”.
Cabe resaltar que la profesional Orozco inspeccionó en persona las dos denucias realizadas recientemente por Caliescribe: la del humedal ubicado en Pance en la Carrera 118 con Calle 32, convertido en escombrera para habilitar un lote, y la tala frente al zoológico de Jaramillo Mora.
¿Y la sanción? El Dagma no ha podido sancionar pues la administración anterior ya habia dado los permisos. Qué triste, quedarse del lado del eufemismo leguleyo cuando bien pudo revocar el permiso o emprender otra acción legal para cumplir con su misión constitucional, proteger el bosque de resguardo de la quebrada. Estableció sí, la administración anterior que el constructor hiciera una ‘compensación’ del bosque talado. Falta una definición que debe dar el alcalde, pues las irregularidades frente a este caso nacieron en Planeación Municipal.
Pero… ¿sirven de algo las compensaciones de bosque?
Con la ausencia de autoridad, los urbanizadores han hecho fiesta desarrollando sus proyectos; cuando el ente de control verifica, encuentra la afectación hecha, como lo explica Salazar Jaramillo: “Cuando se encuentra el río desviado, el bosque talado o la quebrada canalizada, ahí los problemas son casi irreversibles, porque no se pueden compensar formalmente”
Y tiene razón el ambientalista, cómo resarsir un bosque que duro años, o incluso decadas para surgir, se puede hacer una compensación simbólica, en papel, para efectos formales, pero no se logrará nunca una contraprestación real. “Aparecen los urbanizadores dicendo: vamos a sembrar unos arbolitos en compensación en tal sitio, y quén ratifica que sí se sembraron, y que eran los árboles requeridos”.
Precisamente, en días pasados líderes de la comuna 22 conocieron una increible compensación. La urbanizadora tumbó 35 enormes árboles y ofreció ‘compenzar’ sembrando un jardín en el separador de la Avenida Cañas Gordas.
“En ese separador no se podían poner los mismos árboles. ¿Acaso el jardín es capaz de captar el mismo CO2, y convertirlo en la cantidad suficiente de oxigeno que tenían los árboles que se cortaron, por ejemplo?” denunció Salazar Jaramillo.
Control del Ruido
El Dagma realizó pequeñas incautaciones a los vendedores ambulantes del centro de Cali y en algunos barrios de la ciudad, con los pintorescos comparendos que invitan a los bares (esta vez los del Sur-Oriente) a que le bajen al ruido.
También ésta asistió a actos ‘mediaticos’ como la campaña mundial “La hora del planeta”, y anunció que descongestionará los miles de requerimientos pendientes en la entidad. Como dicen, está organizando la casa.
Mientras tanto, los caleños que no tragan entero frente al ruido mediatico se preguntan, ¿cuándo empezaran las acciones de este Dagma contra los verdaderos ofensores del ambiente en Cali?
“Parques para la gente”
También con la ayuda de la Fundación Fanalca. El Dagma construirá un parque en la Comuna 18 por mil millones de pesos que incluye estudios, diseño y obras. Y para el próximo año se construirá otro parque en la Comuna 15 Continuo al complejo Isaías Duarte Cancino, que se está construyendo por parte de Comfandi.
Ojalá la Dra. Beatriz Eugenia Orozco esté preparando la verdadera artillería, que nace con una reforma administrativa que haga desaparecer el fantasma de su muerte en un proyecto de ley y con acciones de ejercicio de política ambiental. Por ejemplo, contra los invasores del parque Farallones, en concurso con la Secretaría de Gobierno, responsable de este tema, los contaminadores de los 7 ríos que pasan por Cali, que según estudio de la Universidad del Valle, sólo 2 tienen agua limpia; los ocupantes del Jarillón del río Cauca, o contra los constructores que siguen arrasando bosques ‘protegidos’ para hacer sus edificios de apartamentos.
Esperamos mucho de la administracion Guerrero y de la Ing. Beatriz Orozco pues llegó a ese cargo por meritos , pero debe mostrar resultados. Sino es así, y no despega con dientes y acciones contundentes, el DAGMA seguirá como institución sin pena ni gloria, pero con una gran cantidad de deudas para la ciudad. Ojalá no le esté preparando ella un entierro de quinta a esta institución, pues los desfalcos producto de detrimento en las tierras pagadas con sobreprecio y sin necesidad de comprar, amerita una intervención del estado.
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