Dos palabras que producen polémica y descontento. Sabemos que la propina es voluntaria y que la Superintendencia de Industria y Comercio sacó una circular de control para establecimientos públicos. La misma deja en claro que no se puede cargar a la cuenta el porcentaje de propina sin consentimiento previo. Resulta, sin embargo, que éste no es el único inconveniente que trae consigo este ingreso extra.
Rumberos y rumberas, amantes de la buena cocina, enamorados del buen vino y la vida nocturna, pero sobre todo de la excelente atención y el impecable servicio. A la hora de anexar y pagar en la cuenta la propina deberíamos preguntarnos si este dinero realmente cumple su función, si el total de lo que el cliente acostumbra a dejar de forma adicional se entrega a meseros, barman, cajeros y cocineros del establecimiento público o si tiene algún otro destino.
El verdadero destino de la propina voluntaria
La propina se basa en una ley no escrita que, si bien representa una cortesía para el que la da, constituye una parte importante de los ingresos para quien la recibe. Pero se ha encontrado que en la mayoría de casos, algunos de los dueños o administradores de dichas instalaciones toman estos recursos como parte para cubrir gastos de nómina, servicios públicos, cristalería y hasta el arrendamiento y solo distribuyen cierto porcentaje o simplemente no lo entregan. Esto no es todo, además de no entregar en su totalidad el bien merecido gesto del cliente, de las propinas incluidas en las cuentas canceladas con tarjetas de crédito se les abarata al personal del servicio el 8% debido al descuento que se hace por la transacción del dinero, gasto que le corresponde correr única y exclusivamente al bar o restaurante y por ende a su dueño. Se supone que la propina es por el buen servicio y quienes prestan ese servicio son los empleados no el dueño del bar ni mucho menos el lugar, entonces ¿por qué administrar de tal manera este ingreso de aquellas personas que se ganan haciendo de una magnífica manera su trabajo? ¿Acaso no les basta con la venta que se hace noche tras noche en cada uno de estos establecimientos? Qué triste realidad, pero es lo que muchas de las personas que trabajan en ese medio deben aguantar y soportar. Bien parece que el dicho de “entre más tienen, más quieren tener” resulta ser verídico. Parecen no tener llenadero.
La forma de estos personajes hacer “legal” tal gestión es implantando e instaurándoles a las personas que llegan tras el empleo ciertas normas de trabajo en el lugar a su conveniencia, indudablemente, y explicándoles el manejo de este ingreso. Como conocedora de este tema explico: la propina se distribuye de la siguiente manera; el total de las propinas al finalizar la noche se divide por el número de trabajadores y cada empleado equivale a ‘n’ cantidad de puntos (esto varía dependiendo del cargo que ejecuta), al administrador, cocineros y barman les corresponde 3 puntos, a meseros 2 puntos y al bar/ restaurante 2 puntos, “no entiendo porque a esta distribución entran a hacer parte el bar y el administrador”; lo que significa que la propina no solo le corresponde a los empleados sino también al bar para cubrir alguno de sus gastos. Mi pregunta es, ¿por qué en dicha repartición entra a hacer parte el bar? si la verdadera función de las propinas es para los servidores, y ¿por qué en la distribución de este anexo entra también el administrador?
Es por ello que en algunas ocasiones he podido notar como ciertos empleados de este servicio se ponen de acuerdo para pagar las facturas sin propina, así el cliente lo haya autorizado y guardan por aparte este beneficioso ingreso y al terminar la noche lo reparten entre ellos y de esta manera no se les descuente nada; cosa que no está bien vista tampoco, pero si ponemos en una balanza qué es menos peor, seguramente tendrá más peso el lado de los meseros.
Esta tan atractiva y conveniente manía de los propietarios de algunos establecimientos podríamos quitarla del camino dando algunos pasos como por ejemplo, no cargando las propinas a la cuenta para que así ni el lugar ni el dueño tengan acceso a este medio, mejor resultaría entregarla por aparte y de esta manera nos aseguramos que quien nos sirvió y a quien queremos dar este reconocimiento lo obtenga realmente y este dinero cumple su función.