Caliescribe presenta estas narraciones de ficción como parte de su compromiso con la divulgación de la palabra escrita en todas las formas que ésta pueda tomar.
Por Alex Sterling

Un hombre, que hasta ese momento no ha sido notado, viene hacia él, camina despacio y sin producir ruido alguno. El niño nota que aquel hombre viene de atrás de lo que él había considerado el final.
-Buenos días señor – dice el niño al hombre al cruzarse – espero que haya tenído un buen día – el hombre se detiene un momento y continúa al instante como si aquel encuentro y el saludo del niño carecieran de valor alguno. El niño, que es muy curioso, ve como se aleja y cree estar desilusionado.
-Yo pensaba que aquí acababa todo, que en lo siguiente tendría que buscar otro camino para caminar, pero lo he visto a usted, ¿de dónde viene? – el hombre se detiene y regresa de espaldas.
-No vengo, voy – dice el hombre y parece desmoronarse sólo un segundo, pero luego esta tan recto e inmutable que esto parece nunca haber pasado.
-¿Para adónde va?
-Intento regresar al lugar de donde salí
-¿Y dónde es eso?
-Muy atrás.
-¿Muy atrás del camino?
-No, muy atrás del tiempo.
-¿Y eso es diferente?
-No, la verdad no.
-Pero usted me dijo que no venía de muy atrás en el camino sino de muy atrás en el tiempo.
-Lo que pasa es que cuando yo salí no había tal camino.
-¿Por dónde caminó usted entonces?
-Me vi obligado a hacer uno para poder recorrerlo, entonces estaba muy curioso por lo que encontraría lejos de mi origen.
-¿Y ahora?
-Ahora regreso.
-¿Y su camino, le costó mucho hacerlo?
-No me costó nada, de hecho nunca lo hice, nunca hice tal camino.
-Entronces, no entiendo, si se vio obligado a hacerlo, ¿por qué no lo hizo?
-Dije que me vi obligado a hacerlo, no que lo hubiera hecho.
-Pero estaba usted obligado…
-Uno no está obligado a nada; me vi obligado pero simplemente no lo hice.
-¿No lo hizo?
-No.
-Entonces ¿de dónde viene?
-La verdad, de ninguna parte.
-Pero ¿cómo puede regresar de algún lado sino viene de ningun parte?
-Haciéndolo.
-No entiendo nada ¿cómo puede regresar de un lugar en el que nunca ha estado porque nunca fue hacia él?
-No sé, ¿Debería saber el porqué de todo lo que me ha pasado y de todo lo que he hecho?
-Sí, uno siempre sabe por qué hace las cosas.
-¿Es la primera vez que sale de su casa?
-Sí, ¿y usted?
-Yo nunca he salido de mi casa
-Me confunde aún más, ¿si no ha salido nunca de su casa cómo puede estar aquí?
-No puede uno salir de su casa si nunca tuvo una.
-¿Nunca tuvo usted una casa?
-No.
–¿Nunca?
-Nunca.
-Pero ¿dónde pasó todo este tiempo si no estuvo en su casa?
-Caminé.
-Pero ¿Por dónde caminó si nunca ha ido a ningún lugar, ni regresó de ningun aparte, ni estuvo en el lugar adonde nunca fue?
-No sé.
-Pero no sabe usted nada.
-No, y no es mi culpa.
-¿Pero cómo estando tan viejo no sabe usted nada?
-¿Por qué cree que estoy viejo?
-Se nota en su cara y en sus pasos.
-¿Es eso suficiente?
-Tal vez no, pero además me dijo usted que venía de muy atrás en el tiempo.
-Y no mentí.
-!¿Pero cómo que no miente?! si viene de muy lejos en el tiempo es porque está usted muy viejo, porque el tiempo le ha psado por encima.
-No, estuve marginado del tiempo, me ha pasado por el lado sin notar que existía, lo he visto de lejos, pero por encima no me ha pasado.
-Eso no puede ser así, el tiempo siempre le pasa a uno por encima, a mí me ha pasado, poco pero lo ha hecho, mire usted, antes era yo más pequeño.
-Yo también lo era.
-Y ¿cómo dejó de serlo sino le afectó el tiempo?
-No sé.
-A todo responde con eso, !es usted un idiota!
-No soy idiota, sólo he dejado de ser un niño, y ya estoy muy cansado para evitar parecer un idiota
-¿Está cansado de qué? si nunca ha hecho usted nada.
-Es cierto nunca he hecho nada.
-Pero, ¿por qué?
-No es nescesario.
-¿Pero cómo puede decir eso? uno nace para hacer cosas.
-Eso no es así, yo también naci una vez y no he hecho nunca nada.
-Pero me decía que cuando empezó a caminar lo que nunca caminó tenía usted mucha curiosidad por lo que hubiera lejos de su origen…
-Sí, pero después no la tuve.
-¿Por qué?
-Porque dejé de ser un niño.
-¿Y?
-Qué aprendí que nunca tiene uno un origen, entonces me dejó de dar curiosidad al descubrir que lo que la susitaba no existía.
-¿Pero está usted diciendo que aprendió algo? cómo pudo ser eso si nunca hizo usted nada? para aprender hay que hacer cosas.
-No, uno nace sabiendo eso.
-Entonces no lo aprendió usted…
-Es cierto, no lo aprendí, lo recordé de pronto.
-Usted me confunde. Explíqueme cómo se la puede pasar usted toda la vida sin haber hecho nada.
-Nunca he hecho nada porque nunca tuve nada que hacer, por que ya había hecho lo que me estaba permitido y ya no había nada más que hacer.
-¿Nada?
-No, nada.
-¿Cómo pudo vivir sabiendo que vino aquí a hacer nada porque ya lo había hecho todo?
-Cuando dejé de ser niño supe que todo lo que venía era un recuerdo.
-¿Un recuerdo?
-Sí, un recuerdo, algo que ya había sido.
-¿Y eso le bastó para no intetar nada más?
-Sí.
-No entiendo.
-Todo lo que intentara hacer ya habría sido hecho, sólo podría aspirar a repetirlo, y repetir no es hacer, es sólo eso, repetir.
-Miente.
-No miento.
-Eso no puede ser cierto.
-Pero lo es.
-¿Entonces todo va a empeorar cuando deje de ser un niño?
-Todo puede empeorar sin transformarse, ni en fondo ni en apariencia, si se está en línea contínua, arrastrándose en círculo, nada empeora, o sí empeora, pero lo hace precisamente porque sigue igual.
-¿Entonces, ya no hay nada que hacer?
-Nunca hubo nada que hacer.
-¿Seguro?
El hombre cierra sus manos alrededor del cuello del niño y apretando con fuerza le sopla al oído:
-A partir de mañana nada de lo que hagas será nuevo, esta es tu última primera vez.
Entonces el niño abre los ojos y vuelve a su casa despacio.