¿Cómo no va a ser posible construir 100.000 casitas prioritarias gratuitas en un año?

Por Claudio Borrero Quijano.
Ingeniero Civil de la Universidad javeriana de Bogotá, Ex Secretario de OOPP Cali, Ex Concejal de Cali, Ex – gerente de Bienes inmuebles de Cali e historiador.
Ante la crítica negativa llegó la hora de sincerarnos, o se está en desacuerdo o ladinamente se levanta oposición soterrada sustentada en argumentos baladíes, creo que de fondo lo que existe es un desacuerdo hipócrita con la meta propuesta de gratuidad del alto Gobierno.
Para qué alardear demasiado sobre la gratuidad del habitad, si lo primero es tener mecanismos de ley que garanticen la eficiente y segura adquisición sin especulaciones de la materia prima, “la tierra urbanizable”, obviamente repartida con equidad en centros urbanos y rurales de los 32 Departamentos del país.
Al Valle del Cauca le corresponderían 10.000 viviendas gratuitas de interés social prioritarias, de las cuales 6.000 son ejecutables en Cali, cantidad habitacional que exige 600.000 M2 de terrenos aptos de ser urbanizables de inmediato, poseemos holgadas áreas territoriales en una ciudad EJIDAL que actualmente posee matrícula inmobiliaria identificada con el número 370-117585 de la Oficina de Instrumentos Públicos de Cali, de patrimonio público EJIDAL localizado en el EJIDO de MELÉNDEZ SUR con área de 10.521.221 M2, cabida territorial suficiente que inclusive aseguraría el desarrollo de la totalidad de las 100.000 viviendas gratuitas y prioritarias ofertadas por el Gobierno Nacional para la Nación entera.
No puede servir de sofisma de distracción las 100.000 viviendas gratuitas prometidas por el actual Gobierno cuando el déficit supera los 1.320.000 techos populares en Colombia. Solamente le quedan 24 meses para terminar su período al actual Presidente Juan Manuel Santos y lo que se ha venido desarrollando es primordialmente vivienda suntuaria sin límite de costos. Distintos Gobernantes siempre crearon expectativas habitacionales, las cuales terminaron frustrando al irredento pueblo destechados de pauperizado pueblo colombiano, se debe manejar un idioma preciso para entrar a resolver el déficit habitacional, de lo contrario la democratización de la propiedad privada en Colombia será una entelequia.
Atención, Colombia requiere una ley fuerte de verdadera Reforma Urbana, severa e intervencionista sobre la propiedad privada territorial urbanizable de los grandes, medianos, y pequeños centros urbanos del país. Si el Estado no tiene mecanismos acelerados de ley para actuar, no podrá obtener la materia prima urbanizable con la celeridad requerida. Debería decretarse con emergencia evidente una decidida expropiación por vía administrativa, de lo contrario la opción parsimoniosa de expropiación por vía judicial no tendrá la celeridad que exige el momento. De no darse una ley fuerte intervencionista “las casitas continuarán en el aire”, y nuevamente serán palabras al viento.