Vida Nueva
Por Héctor De los Ríos L.
La Iglesia nos invita a meditar este domingo en la misión de Juan Bautista frente a Cristo y a que cada uno de nosotros se se interrogue sobre su propio compromiso en el plan de Dios. Descubrirlo es encontrar el sentido de nuestra vida e iluminar nuestra actividad en el mundo. El Evangelio s refieres a la misión del Bautista desde antes de nacer: San Lucas 1,57-66.80.
El Evangelio de San Lucas nos cuenta la llegada al mundo de este personaje extraordinario. Nace cuando las posibilidades de concebirlo por parte de sus padres se habían agotado. La misión de este niño: preparar al pueblo para la llegada del Enviado: Jesús. Su nacimiento es acontecimiento de alegría y revelación de la misericordia de Dios. Así lo interpretan vecinos y familiares de Isabel, su madre.
Dios mismo había escogido el nombre: Juan. Acentúa con este nombre su acción misericordiosa: Dios es misericordioso. Juan Bautista se presenta como un profeta que anuncia y predica el proyecto de una humanidad nueva donde la fraternidad sea signo de la presencia del Reino, donde no haya lugar para los privilegios de unos hombres a costa de los otros. Nuestro mundo necesita testigos comprometidos como Juan. Por nuestra palabra y nuestra vida debemos abrir el camino para que Jesús sea conocido y aceptado como el salvador necesario.