Por Lorena Botero Carvajal
Sudor, mini-burra, burra o bicicleta. Sol, Sundae 50 % o 100 %. Un maleto al hombro con bikini-toallita y un termo, indispensable para beber la fuente hídrica, la mejor opción ante los días soleados. Zapato “tenni”, medias, licra y un top deportivo. Mucha protección solar y mucha agua para beber. Un buen desayuno y listo el pollo para la diversión familiar, de forma alternativa.
Sale papá, mamá y hermanito. Cada uno en una bicicleta. Ahora, ¿qué tipo de burra se puede utilizar? Pues en la viña del señor, todo es bienvenido. El problema aquí es la salud. Si se quiere contribuir a una óptima calidad de vida y un cuidado personal por tu cuerpo, sería interesante una bicicleta buena y “buena” se refiere no solo a una cadena, dos llantas, pedales y timón. Una bicicleta decente debe tener un buen grupo y buen amortiguador. Por buen grupo se entiende el juego de cambios que hacen más llevaderas las difíciles lomas en ascenso. El amortiguador delantero es indispensable para amortiguar los golpes ocasionados por los lindos huecos que caracterizan a nuestra ciudad. Una buena bicicleta entonces, debe hacer más ameno el paseo y su precio puede oscilar desde los $800.0000 a $1.500.000 en tarifa económica, donde los nombres GW con su grupo SHIMANO DXR y Mariana Pajon como imagen publicitaria, hace más especializada la marca. Specialized y Treck, son otras de las marcas más sonadas. Gw se caracteriza por tener precios favorables, mientras que specialized es todo lo contrario. En resumen, salir a montar un domingo a Pance con una burra que tenga buenos frenos, buenos cambios y buen amortiguador, puede costar para una familia de 3 personas, alrededor de unos 2 palos cuatrocientos y eso que si se cumple con el objetivo mínimo de “ANDAR BIEN MONTADO” y manejando una tarifa bastante económica porque las burras realmente buenas, se encuentran en el mercado desde los 2 millones en adelante. Ahora, por supuesto que como buenos colombianos, buscando el descuento y promoviendo el rebusque, pues hay burras más económicas, solo que a juzgar por su calidad. Las “malas lenguas” dicen que como siempre, “se pueden encontrar burras buenas, bonitas y baratas”. He escuchado que las hay, ¿los precios? Disque de $300.000 en adelante.
Ya teniendo la burra, lo demás es “mamey”, pero ni tan mamei porque precisamente contribuyendo a la línea del cuidado de la salud, aparece como indispensable el protector solar y es que ahora le venden a uno la idea de que se puede proteger el 100%, lo cual hace poco me dijeron que es una farsa. Si esto es una farsa, pensaría que estoy siendo “tumbada” de la manera más directa posible: he comprado por dos veces el bloqueador solar Sundae que asegura proteger totalmente y el cual tiene un valor en el mercado de $48.000. Pensaríamos entonces que con tan solo un bloqueador de éstos estamos cubriendo la piel de los 3 integrantes de la familia.
Como familia alternativa que se respete, es madrugadora y al salir temprano, se llega más temprano. En este orden de ideas, el gasto en comida, también se economiza y si mucho, se invierte en frutas o bebidas naturales: jugos de naranja, de mandarina, sandia, agua, gatorade, limonada y demás. El Gatorade vale $3.000 y los jugos naturales dentro del ecoparque pueden valer más o menos lo mismo, un pedazo de sandia se consigue por $1.500, un jugo de naranja a la altura de la chorrera del indio puede valer unos $1.500 y ya si la familia tiene más hambre y decide meterse su sancocho de gallina, se puede conseguir el sancocho por $6.000, $6.500. La comida más liviana oscila entre los $600 y $1.500. El aborrajado vale $1.500, la papa rellena también se encuentra por este mismo precio, la papa aborrajada $800 y las empanadas a $600.
A la final, una familia alternativa compuesta por 3 integrantes que salen los domingos a montar a Pance, necesitaria unos $2´500.000 por su diversión sana y es claro que el principal costo se debe a la bicicleta.