Entre cañaduzales sobrevive un espacio cultural único en la región que presta sus servicios a una población vulnerable, que ha sido poco atendida por el sistema educativo central. En el municipio de Santa Helena Chuchú ha manifestado que la lejanía sólo enriquece las ideas.
Santa Helena se pierde entre los sembrados. Chuchú es un hombre de mediana estatura y pelo ensortijado que siempre termina convenciéndote de que te dejés disfrazar pa tomarte una foto. Walter Belalcázar alguna vez pensó que El Paraíso, esa vieja gloria turística del Valle, merecía una alternativa.
Al comienzo no parecía una empresa seria pero terminó convirtiendo su casa en un punto de interés. Hay una colección extensa de objetos de viejas boticas en el primer cuarto. Una inalterable formación militar de pequeños tarritos ámbar, ya sin los medicamentos que albergaban tiempo atrás.
Otros ambientes reproducen las glorias de los antiguos discos de una canción. A las 6 de la tarde el lugar tiene la misma luz de una taberna y se puede conseguir cerveza en una tienda cercana. Pero el principal valor del lugar es el servicio que presta al mantener un cineclub en un cuarto de proyecciones bastante particular. Cine de autor, películas experimentales y cine comercial hacen parte de los ciclos que Chuchí prepara mostrarles esa parte del mundo a los habitantes de Santa Helena. El cine club es una de las actividades que están más dirigidas en habitante del corregimiento que a los turistas. Una labor cultural que hace que el sitio sea ya un punto de visita obligado.
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