*Leidy Johanna Garcia V.
Comunicadora
La ciudad se ha enfrascado en unos debates sobre la educación privada y la estatal o mejor todo aparentemente por tener niños en sus instituciones educativas, los unos luchando por llenar espacio y los otros, por obtener cobertura educativa, pero el problema es otro. El problema no es de cupos sino de las condiciones sociales las que estén impidiendo que los niños y jóvenes permanezcan en las instituciones educativas sea del sector público o privado.
Esto debe hacer reflexionar a los encargados de la educación municipal y hasta en el Ministerio para buscar y gestionar otras estrategias que en realidad respondan a las necesidades de protección y seguridad que los niños y jóvenes desertores tienen como necesidades prioritarias y una vez se cumpla esto se logre, generar en ellos la necesidad de educarse mediante la proyección de la educación como camino de progreso y oportunidades. Y no sea la educación un paso mínimo y poco necesario como se ha venido visualizando por parte de los desertores que abandonaron este año sus estudios en el colegio para buscar otras propuestas que les condujeran de manera equivocada o no a al alance de sus metas próximas.
La cobertura educativa debe ir más allá de completar las cifras establecidas por el Ministerio de Educación Nacional, no se puede satisfacer una necesidad que no existe, pues lamentablemente entre los jóvenes y las familias de la ciudad de Cali la educación no es una necesidad de atención prioritaria, o al menos eso refleja el panorama de deserción de los colegios privados, públicos y de cobertura sobre todo en este inicio del año lectivo 2013. Los reportes de deserción en Cali con relación al año 2011 fue de 5.000 niños menos y en el año 2012 de 7780 de acuerdo al proceso de consolidación de matrícula del Ministerio de Educación Nacional en el año anterior*.
Contrario a lo que se piensa, los estudiantes no se están cambiando de colegio, o al menos no se registran los traslados significativos del sector público a los colegios de gratuidad amparados por la cobertura, de hecho está petición de traslados ha sido casi que denegada por la Central Didáctica del Municipio de Cali ( Secretaria de educación ) encargada de asegurar el cupo de todos y cada uno de los niños y jóvenes de Cali.
La situación es más complicada de lo que parece cuando se encuentran que ahora la competencia no es entre las instituciones educativas sino que los colegios deben hacer frente a otro tipo de problemáticas sociales en las distintas comunas del Municipio de Santiago de Cali. Dentro de las comunas de Cali que pasaron de ser deficitarias de cupo a zonas de poca demandas se destacan las comunas 1, 3, 6, 7, 9, 14, 16 y 20 que comprenden el sector de la Ladera y barrios como Calvario, Piloto, Petecuy, Alfonso López, Puerto Mallarino, Sucre, Alfonso Bonilla, Mariano Ramos, y Siloé entre otros. Claro unos barrios son deficitarios por la población tan adulta, pero la mayoría por otras consideraciones que es el punto central de esta investigación. No es gratuita la dificultad de colegio como el Isaías Duarte para cumplir con sus expectativas de matrícula para lo cual se ha convocado incluso en un fin de semana anterior a una jornada de servicios complementarias como motivación a las familias para que realicen su matrícula en esta institución educativa.
Oferta de cupos de la Alcaldía de Cali (Secretaria de Educación Municipal) en I.E. públicos por barrio**:
- Comuna 1 (ladera) 1831 cupos 3 colegios
- Comuna 3 (Calvario, piloto) 2114 cupos 2 colegios
- Comuna 6 (Petecuy) 1053 cupos 1 colegio
- Comuna 7 (López, Puerto Mallarino) 2954 cupos 5 colegios
- Comuna 9 (sucre) 2056 cupos 3 colegios
- Comuna 14 (Alfonso Bonilla) 2313 cupos 3 colegios
- Comuna 16 (Mariano ramos) 3391 cupos 5 colegios
- Comuna 20 (Siloe) 1816 cupos 3 colegios
En este mismo orden de ideas, en procura de unas mejores condiciones sociales, la educación debe entenderse como un derecho que tiene a su vez deberes que no se pueden eludir. Una de las posibles causas para que la educación se haya desvirtuado como camino al progreso sobre todo en los últimos años, es la facilidad y ligereza con la que se ha venido acostumbrando a los estudiantes y a sus familias, quienes al parecer han aplicado el dicho popular “lo que no nos cuesta, lo volvemos fiesta”. Aun cuando es muy cierto que la educación es un derecho, no se puede abusar del ejercicio de este derecho con la absurda pretensión del mínimo esfuerzo. Tanto familias como estudiantes han ido cediendo hasta el punto de empezar a ser indiferentes del proceso educativo y hacer el mínimo esfuerzo, devaluando para ellos mismos la importancia que tiene el estudio, lo cual con el tiempo puede ser una causa para abandonar el colegio.
Es por lo anterior que se requiere de condiciones que exijan la calidad, ya es un gran avance que el estudio sea gratuito, pero debe cumplir con otras características para que sea de amplia proyección académica y laboral, que se convierte en la mejor y única opción para lograr la estabilidad económica deseada y que los colegios se convierten en verdaderos espacios de formación que den las suficientes herramientas para la vida a sus estudiantes que les permita superar aún las dificultades sociales más adversas, que se eduquen para convivir y se gestione desde la calidad no desde la presión para mantener a los educandos en las instituciones educativas.
Indudablemente que uno de los grandes problemas es la deserción escolar y por supuesto que el debate sobre la calidad educativa también es prioritario.
*Publicado por el Municipio de Cali en su portal.
** Publicado por el Municipio de Cali en su portal.