Por Leidy Johanna García
Comunicadora Social
En la antigüedad Immanuel Kant propuso que el hombre es la única criatura que ha de ser educada diferenciando al hombre de las otras criaturas atribuyendo al hombre la capacidad de la razón y a las otras criaturas que en este caso serán los animales la capacidad del instinto. Por el instinto los animales no necesitan que se desbaste su incultura, pues ya por si mismos saben que deben hacer y que no, pero el hombre por el contrario necesita de los cuidados y la educación que le permitan manejar su inclinación a la libertad sin hacerse daño a sí mismo y sin hacerle daño a los demás. En el mismo orden de ideas esta semana en el diario el País la caricaturista Consuelo Lago a través de la Negra Nieves planteó una tesis que en Caliescribe respaldamos completamente “Si los gobiernos hubieran hecho más escuelas no necesitaríamos tantas cárceles” pero lamentablemente la apuesta se direcciona hacia la consecuencia sin actuar sobre las causas de la violencia y una de esas causas es la falta de educación que es indispensable para que el hombre razone de manera correcta y sus actos como ciudadano den cuenta de ello.
El hombre pequeño no tiene la capacidad para discernir entre los actos que le harán el bien y los que no, y en la buena educación está la clave para proyectar de manera el futuro de toda nuestra sociedad. Según el Observatorio Social de Cali, durante el primer trimestre del 2013 se cometió en la ciudad 439 homicidios y lo más preocupante es que las cifras de violencia siguen incrementando lo cual no refleja el uso adecuado de una libertad ni una buena educación. Pues no es cualquier tipo de educación la que hará que el niño pase a ser hombre, debe ser una educación que incluya la disciplina, la cultura, la prudencia y la moral. El animal al no tener razón no podrá ser cultivado, ni ser prudente, y debido a que sus actos están sujetos a sus instintos no necesitará de la moral para comportarse. Al no tener una educación con estas bases los niños corren el riesgo de no dejar de lado la animalidad usando la violencia como medio de expresión que es lo que se está viendo en el día a día en nuestra ciudad en donde la atrocidad de los actos cometidos como desapariciones, desmembramientos, asesinatos por parte de integrantes del mismo grupo familiar no pueden calificarse como errores humanos, porque es inhumano todo aquel que no se eduque y pueda poner en práctica sus valores y su moral en su actuar.
Todas las criaturas pueden ser adiestradas, pero sólo las criaturas con la capacidad de pensar pueden ser educadas. Por tanto el hombre es el único que puede recibir educación pero cuando Kant afirma que el hombre no es sino lo que la educación le hace ser, se evidencia un grave problema para nuestra sociedad actual, pues la educación no se está orientando para que el niño aprenda a pensar, se haga hombre y maneje su libertad, sino que se está quedando en los cuidados, la disciplina mal entendida mediante la cual se espera impedir que el hombre sea llevado por sus impulsos animales sin permitirle hacer uso de su libertad sino que pretendemos a través del adiestramiento conducir sus actos para tener la sensación de hombres educados. Pero cuando se tiene una verdadera educación no se requieren más medidas adicionales contrario a lo que está sucediendo actualmente en donde en lugar de mejorar la educación se hace indispensable para muchos que se aumenten las sanciones.
En conclusión el hombre es la única creatura que ha de ser educada porque así lo requiere, sin educación, o al menos sin una buena educación muy difícilmente se podrá aprender a utilizar la razón y el pensamiento que es lo que aparentemente nos diferencia de los animales. Insistimos en que la educación no se puede medir en términos de cobertura, de acuerdo a una prueba nacional de selección múltiple con única respuesta, ni con encuestas, la verdadera evaluación de la educación se debe hacer con las actuaciones de los ciudadanos en hechos sencillos como la asistencia a escenarios deportivos aceptando que hay quienes apoyan otros equipos, desde la manifestación del sentido de pertenencia cuidando nuestra ciudad sin necesidad de “pintarla” para eventos, la verdadera educación se debe ver reflejada en el buen uso de la libertad no en la necesidad de multiplicar refuerzos para la fuerza armada, no se debería estar pensando en el gasto de más correccionales y centros penitenciaros sino en una inversión a la calidad educativa que disminuya la igualdad, incrementen las oportunidades y promueva los valores tan perdidos que se requiere para el verdadero cambio social.