Por Moises Banguera Pinillo
El mundial de futbol es una cita de la nación futbolera con la elite mundial dividida por países, orientada por la FIFA con el objeto de competir entre naciones, con amor de patria y con orgullo por sus coterráneos.
En 1962 Colombia tuvo el privilegio de estar en esas justas, quedando como recuerdo un histórico empate con gol olímpico incluido; desde entonces pasaron 38 años para volver la tricolor a un mundial, cupo que se logro a través de repechaje, luego que Ecuador nos diera la manito ante Paraguay. En aquel mundial de Alemania justo nos trae a la mente el brillante gol marcado por Freddy Rincón con excepcional pase del Pibe Valderrama.
En aquella época del profe Francisco Maturana y su asistente Hernan Gomez, la casaca colombiana logro ir a tres mundiales consecutivos, mostrando un futbol lirico, de toque, con buena táctica y jugadores de buen pie y destreza física. Fue importante acoplar jugadores que se conocieran, que hubiesen jugado juntos, como por ejemplo la zona de recuperación paisa, la dupla Redin – Valderrama del Cali y delanteros veloces como Iguaran, De Ávila y Valencia.
La Colombia de ahora, la que clasifico al mundial con lujo de detalles producto de una calificación individual de sus jugadores talentosos, que juegan en equipos importantes y fundamentalmente que el técnico logro imprimirles mentalidad ganadora y buen manejo grupal a nivel personal, quiere llegar al mundial de Brasil y hacer historia. Pero es bueno advertir sin querer dañar la fiesta, que el equipo no viene jugando bien. En el entendido que no hay alta calidad de juego en conjunto, que el equipo no saca resultados sostenido en la táctica y, que el bloque entre líneas es frágil.
Por ejemplo, el equipo carece de una zona de recuperación armónica y versátil, teniendo dos laterales que se proyectan constantemente y, al mismo tiempo la tricolor es lenta para que el seis se convierta en cinco y, de inmediato el otro recuperador este atento para los relevos. Igualmente, cuando juega con James y MacKnelly carece de juego externo e interno de marca, es decir el carrilero del equipo contrario le llega frontal al defensa y, de la misma manera el volante cinco tiene libertad para repartir balones a las espaldas de los laterales colombianos.
Esta fragilidad ha sido conjurada por el excelente nivel del portero Ospina y en muchas ocasiones por los buenos centrales y, el poder ofensivo del equipo que constantemente está marcando goles.
En lo extrafubolistico me preocupa el entorno que rodea la antesala al mundial, muy parecido al escenario del mundial de Estados Unidos. El patrocinador quiere poner los triunfos de la selección Colombia al servicio de la campaña reeleccionista como paso en el 94 con la campaña del señor Samper, los grandes personajes empezando por pele como saben que somos flojos mentalmente nos ponen como favoritos, los medios de comunicación deportivos pierden su medula critica para subirse al tren ganador. Solo me tranquiliza que nuestros jugadores hoy son mucho más maduros y que ex futbolistas como Rincón y Asprilla con responsabilidad estén dando declaraciones advirtiendo las fallas del equipo.
El mundial es un torneo corto, Colombia tiene con qué, el técnico ha demostrado saber seleccionar, todos lloran la ausencia de Falcao, nadie puede negar que es un gran goleador y; se ha demostrado que en los mundiales tener un hombre gol es decisivo como sucedió con las actuaciones de Paolo Rossi, schillaci con la selección de Italia, Ronaldo y pele con Brasil, Kempes y Maradona con argentina, entre otros. Pero en el caso de Colombia nuestro futbol siempre se ha caracterizado en el juego de conjunto con despliegues rápidos y por las bandas. Por eso la llegada de jugadores como Adrian Ramos, Martinez y Muriel nos permitirá pasar de un futbol basado en la potencia a un futbol con tenencia de balón como arma defensiva y de sorpresa y velocidad como arma ofensiva variables importantes para llegar a los cuartos de finales